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BARCELONA

Renovar a Ter Stegen, un hueso

Termina contrato en 2022 y, antes de la crisis, aspiraba a ser el portero mejor pagado del mundo. Con 224 partidos en el Barça, aún está muy lejos de Valdés (535) y Zubizarreta (410).

Marc Andre Ter Stegen of FC Barcelona durante el calentamiento en el Bernabéu en el último Clásico.
Marc Andre Ter Stegen of FC Barcelona durante el calentamiento en el Bernabéu en el último Clásico. Quality Sport ImagesGetty Images

Antes de la crisis sanitaria del COVID-19, Marc-André Ter Stegen aspiraba a ser el portero mejor pagado del mundo. Así de crudo. Su deseo era seguir en el Barça por encima del interés, concreto o vago, de otros clubes (Juventus, Bayern), pero planeaba estar muy firme en la negociación, que comanda su representante desde hace muchos años, Gerd Vom Bruch. Con contrato hasta 2022, el Barça se había propuesto cerrar la revisión y mejora de su contrato en este curso en una operación idéntica a la de la primera renovación. Ter Stegen, que llegó en 2014 y firmó hasta 2019, renovó en 2017, dos años de que terminase su primer contrato. Lo hizo hasta 2022. Entonces, su cláusula subió hasta los 180 millones de euros, cien más que la primera.

Así que, esta vez, el Barça también quería firmar su renovación dos años antes de que el fin de contrato se le echase encima. Pero, además de las exigencias del portero alemán, al club se le ha echado encima la tormenta del coronavirus. Convertir a Ter Stegen en el portero mejor pagado del mundo con el bajón de ingresos que se prevé no será tarea fácil y requerirá de una buena tarea imaginativa. La negociación puede cambiar de cifras y de tono. Quién sabe si de rumbo. Nacido en Moenchengladbach, Ter Stegen es, en la actualidad, el segundo portero más valorado del mundo según la web especializada Transfermarkt. El alemán está tasado en 72 millones de euros, como Alisson, el brasileño del Liverpool. Jan Oblak (80) es el portero más valorado del mundo. Con menos dinero en la caja, el Barça podría garantizarle más años de contrato para asegurarle el futuro al portero alemán.

Que Ter Stegen apretará al Barça y que no tendrá prisa para firmar es una evidencia. Ya puso en un apuro al Barça a principios de agosto de 2016, cuando lanzó un órdago a Robert Fernández, entonces secretario técnico del club azulgrana, y al mismo Bartomeu. O Bravo, que acabó en el City, o él. Ter Stegen ganó, aunque también puede decirse que ha rendido a satisfacción. Ha jugado ya 224 partidos oficiales con la camiseta del Barça, en los que ha encajado 206 goles. En 94 partidos, un 42%, fue capaz de dejar la portería a cero.

Adaptado a la ciudad, padrino de libros solidarios, aunque con un carácter frío que le ha generado algún desencuentro en el vestuario, todavía está lejos de los grandes mitos de la portería de la historia del Barça. Víctor Valdés llegó a jugar 535 partidos en el Barça; Zubizarreta, el gran artífice de su fichaje, 410. El gran Ramallets sumó 384 y Sadurní, 331, todavía 107 más que Ter Stegen.

Muy respetado en Barcelona, al alemán sólo le queda ser profeta en su tierra. Hace años que espera su oportunidad con la Mannschaft, a la que acude a regañadientes por su rivalidad con Neuer. Sólo ha jugado 24 partidos de escasa importancia y, como no suele callarse, ha tenido sus problemas con la Federación. Reclama un puesto de titular en la tetracampeona del mundo. Como en 2016 reclamó su puesto de titular en el Barça. Como ahora reclama ser el portero mejor pagado del mundo. Con crisis sanitaria o sin ella.