Cala: "No me imagino otra retirada que no sea en el Cádiz"
Juan Cala respondió las preguntas de los aficionados en un encuentro virtual. El central afirmó estar cumpliendo un sueño en el Cádiz y se ve retirándose vestido de amarillo.
Continúan los encuentros virtuales del Cádiz. Poco a poco está pasando toda la plantilla por estas charlas digitales que permiten mantener el contacto y entretener a los cadistas en los días de cuarentena mientras conocen un poco más a los futbolistas que defienden la camiseta amarilla. En esta ocasión fue Juan Cala el que compartió una media hora con los seguidores y afirmó estar viviendo un gran momento en el Cádiz, equipo en el que siempre quiso jugar y en el que le gustaría poner fin a su carrera deportiva dentro de unos cinco años.
Lo primero que hizo Cala fue alabar a la afición cadista, “es una de las mejores de España, muy caliente y multitudinaria. Como rival no la he vivido en Liga, solo en amistosos, pero como local sí la he vivido y hay un momento del partido en el que el Carranza decide apretar y nos crecemos. Un campo entero animando es difícil de frenar. Es un plus que tenemos en Carranza”. Y añade, “he caído de pie en el Cádiz. El inicio de liga fue muy bueno, me he sentido importante y querido por la afición y en el vestuario”.
De hecho, la afición también fue parte importante en el gol que marcó el sevillano contra el Racing, “tenía mucha presión ya. Normalmente hacía goles y aquí aún no habían llegado. Fue un momento de satisfacción y de júbilo, además después de la mala racha que llevábamos y encima dar la victoria. Tuve la suerte de que me cayera ese balón y le pegué con todo el empuje de aficionados y compañeros”.
Juan Cala afirma estar cumpliendo un sueño en el club amarillo, pero reconoce que su relación con Vizcaíno tuvo un papel importante en la negociación. “Vine a Cádiz porque siempre he dicho que quería jugar en el Cádiz antes de retirarme, pero podía haber venido antes o después. Vizcaíno me ha ayudado en el pasado y quería devolvérselo, aunque nunca me lo ha echado en cara en ninguna negociación. En el Cádiz ganaba menos económicamente que en otros equipos, pero él me ayudó cuando otros no podían, y entre todo me decidí a venir. También quería estar cerca de mi familia y de mi casa”.
Tanto es así que el lebrijano ya no piensa en pasar por otro club. “No me imagino otra retirada que no sea en el Cádiz. Me veo dentro de cinco años, con 34 o 35 años terminando en Cádiz con el Carranza lleno y dando las gracias por todo el cariño recibido y, por supuesto, en Primera División”.
En cuanto al futuro de la competición, Cala reconoce tener sentimientos enfrentados: “Una parte de mí me dice que se va a reanudar, y otra parte de mí me dice que va a finalizar la temporada. Va a ser complicado que se siga, los viajes, los hoteles… el reglamento dice que si no se puede seguir habrá que mirar la tabla clasificatoria o la de la primera vuelta o hasta ahora, y en ambos casos estamos primeros”. Y afirma que es necesario un nuevo periodo de adaptación para volver a competir, “ahora mismo no estamos preparados, tendremos que hacer una pequeña pretemporada, si mínimo no son 30 días es imposible”.
Tras una gran trayectoria futbolística, el central del Cádiz destaca algunos momentos de su carrera. “He tenido varios momentos mágicos. La Copa del Rey con el Sevilla, la celebración del título en el autobús descapotable por las calles de Sevilla con la afición fue lo soñado. En el Getafe, el ascenso después del descenso, que yo viví el descenso y conseguir el ascenso fue
para mí la hostia. Mi tercer momento va a ser el ascenso a Primera con el Cádiz que ojalá podamos celebrarlo en la calle”.
El sevillano bromeó al hablar de cómo está pasando el confinamiento. “Encerrado en casa con mis dos hijas y mi mujer, aguantando broncas y cariño por sistema… como todo padre o madre de familia”. Y asegura que lo primero que va a hacer cuando finalice la cuarentena será reunir a la familia, “lo primero que haré será darle un abrazo a toda la familia. En el confinamiento estamos viviendo con los más cercarnos, pero nos faltan los demás. Haré una comida gigante para todos y convivir y compartir con ellos el tiempo que no hemos tenido”.
El ídolo futbolístico de Cala “siempre ha sido Guardiola, como entrenador también. Pagaría por estar en una mesa con él comiendo. Me he fijado siempre mucho en él”.
Finalmente, el defensa confesó los sueños que tenía de pequeño, “jugar en Primera, que corearan mi nombre en todo un estadio y disfrutar de la celebración de un título”. Pero si algo tiene claro Cala es que para cumplir los sueños hace falta, “constancia, perseverancia y no rendirse nunca. Tener la pizca de suerte y la cualidad técnica, por supuesto”.