"¿Querella? Los indicios son de una aplastante solidez"

El exvicepresidente del Barcelona, Emili Rousaud, que dimitió la semana pasada después de que el presidente del club, Josep Maria Bartomeu, no baja el pistón. En una entrevista en RAC 1 aseguró que “todo lo que dije son cuestiones demostrables u opiniones fundamentadas. Me entristece que el club que amo me ponga una querella, pero no tiene ningún fundamento jurídico”.

En la última reunión de la junta del club, celebrada el pasado lunes, se decidió interponer acciones penales contra el exvicepresidente blaugrana, que en diversos medios aseguró que sospechaba que “alguien ha metido la mano en la caja” y que el martes se reafirmó en sus palabras después de conocer las intenciones del Barça en un comunicado público en el que reiteraba que “en el Barça hay corrupción”.

Rousaud matizó que lo que quería decir era que “si se demuestra que el importe que se pagó es muy superior al coste real se produce un beneficio ilícito que se lo ha apropiado alguien. No sé si del club o de otro sitio. Es lo que se tiene que investigar. Igual la frase de meter la mano en la caja no es muy afortunada, pero hay que pedir responsabilidades”.

Añadió que “sabemos que se trocearon los contratos, que una de estas empresas contratadas está en un paraíso fiscal y eso es muy grave. Lo que no sabemos son los motivos. Y son, o que no responde a precio de mercado y hay apropiación indebida o que se contrataron servicios que no eran lícitos. Claramente estamos ante un caso de corrupción. Yo lo denuncié cuando estaba dentro y traté de lavar la ropa dentro de casa y me echaron de casa”.

Sobre la actitud de Maria Teixidor o de Jordi Calsamiglia, Rousaud aseguró que “no me he sentido solo en absoluto, cada uno es libre de expresar sus puntos de vista. Con Calsamiglia tuve un cierto desencuentro porque dijo que yo había puesto en duda la honestidad de la junta, lo que no es cierto. Se lo expliqué, se retractó y todo sigue bien”.

Admitió Rousaud que este caso “me ha dado notoriedad, y puedo plantearme el asalto a la presidencia, no lo niego, pero como dijo Miquel Rico en su día yo era menos conocido que la secretaria de Agustí Benedito, y tenía razón. Soy realista, pero admito que ser presidente sería la ilusión de mi vida. Hay que superar el laportismo y el rosellismo”.

Después, Rousaud profundizó en la SER insistiendo en que lo que dice en su comunicado es "que hay una fe de hechos demostrados, conductas irregulares tipificables como corrupción como dividir contratos entre compañías vinculadas para evadir los controles internos. En el momento en el que de forma intencionada se fragmenta un contrato para evitar controles, estamos claramente ante un caso de corrupción". Preguntado sobre si Bartomeu estaba al corriente, Rousaud no tiene la certeza del comento en el que el presidente tuvo conocimiento de esta práctica con las facturas y la contratación de una empresa. "No sé si conocía este tema a raíz de cuando sale o ulteriormente. Los vocales conocimos esto a través de la prensa y fue cuando pedimos explicaciones", esgrimió, añadiendo que "estando dentro del club lo he denunciado y por ese motivo ya no formo parte de la junta".

Rousaud explicó con detalle cómo el Barcelona controla los gastos a proveedores y por qué tiene la certeza de que se realizó un troceo de facturas para burlar el control interno del club. "El club tiene un mecanismo de aprobación de cualquier contrato por encima de 200.000 euros, una comisión de adjudicaciones que tiene que dar su visto bueno un comité. Se lleva un análisis pormenorizado para ver cuál es la mejor oferta de entre todos los proveedores. Aquí lo que se hace es que un importe total de un millón se trocea en facturas inferiores a 200.000 euros para evitar ese control y se hace de forma intencionada e irregular. Se contrató a una empresa externa para hacer una auditoría". Rousaud insiste en que el club no tiene fundamento para querellarse contra él por relatar esto. "Lo que no se puede decir es que yo difamo al club, porque me ciño a la verdad y cuando opino son afirmaciones bien fundadas. Hay una serie de indicios claros que te hacen ver que esas empresas están vinculadas. Una de ellas está domiciliada en un paraíso fiscal. Pero los indicios son de una aplastante solidez", asegura.

Rousaud cree que Bartomeu no tiene intención de dimitir y que tiene la intención de seguir hasta el final de su mandato. "Es muy resilente, con una capacidad notable de aguantar la presión. Él está decidido, otra cosa es que eso sea lo mejor para los intereses del club", reflexiona insistiendo en que el presidente no dio "una respuesta clara a la contratación de esta empresa (en referencia a I3Ventures). Que se lo habían recomendado desde Madrid... Pero no lo aclaró. Puede ser alguien del gobierno, pero ese vínculo no lo acabo de ver".

Preguntado por el poder para poder dar el visto bueno al troceo de facturas, Rousaud cuenta que "obviamente, solo podría la alta dirección del club y la presidencia, pero no digo que sean unos u otros. El poder lo tienen ellos, pero requiere una investigación. Yo no estoy acusando a nadie, porque no tengo constancia de quién ha hecho qué. Por eso me parece poco coherente que el club se querelle contra mí, porque no he acusado a nadie en concreto. No sé en qué momento tiene conocimiento el presidente".