Alén, la 'alcadesa' de Osasuna
La joven navarra preside el concejo de Acedo, además de ser futbolista y farmacéutica. "Menos jugar al fútbol, mi vida sigue igual", destaca a AS.
De futbolista de Osasuna, a farmacéutica. Y de farmacéutica, a actuar como alcaldesa en Acedo, un pequeño pueblo navarro. La vida de Lidia Alén (Acedo, 1993) camina por estos tres mundos tan diferentes, pero que a su vez han encajado a la perfección en el día a día de esta joven navarra. La centrocampista rojilla atendió telefónicamente a AS en mitad de esta crisis sanitaria para contar su curiosa historia. "Menos jugar al fútbol, mi vida ha seguido igual", comienza destacando Alén, que sigue al pie del cañón en su farmacia y atendiendo a sus responsabilidades como alcaldesa.
"En el concejo tuvimos que hacer un escrito oficial y exponer las normas al resto del pueblo. Por ahora, en la zona hay pocos casos. Aún así, en la farmacia hemos puesto zona de seguridad y tenemos unas máscaras para protegernos", asegura esta jugadora, que relata también su tardía carrera en el fútbol. "De pequeña jugaba con mi hermano y en el colegio, pero mi trayectoria como futbolista en un equipo empezó tarde. Soy de un pueblo pequeño y no había equipos femeninos cerca. Fue en bachiller cuando recalé en un equipo, en el Izarra", relata Lidia, que ha militado en el Lagunak, con el que jugó en Primera, o el Mullier antes de llegar a Osasuna.
Ahora en la Reto Iberdrola, categoría de plata, la navarra valora el nivel de la Liga. "El año pasado había cinco equipos fuertes, pero ahora todos son muy competitivos. Hay más nivel. Los equipos se reforzaron con grandes fichajes y daba un poco de miedo, pero hemos logrado estar entre los equipos de arriba", subraya Lidia, que pone el foco en la preparación física durante esta cuarentena. "De entrenar con el equipo a hacerlo tu sola en casa no es lo mismo. No es justo que la competición termine ahora y que suba uno u otro equipo. Lo más justo es que se reanude, pero eso es muy complicado. No veo factible jugar partidos tras un mes paradas", comenta.
Alén compagina apenas sin descanso este deporte con el trabajo en la farmacia de su familia, que lleva con su hermano, y sus labores como alcaldesa, una profesión que le vino "casi sin querer". "Realmente no es alcaldesa el nombre. Se llama presidenta de concejo. Hago los mismo que una alcaldesa, pero sin cobrar", aclara Lidia, que cuenta cómo le llegó la idea de dirigir este pueblo de 160 habitantes. "La gente me pedía que me presentara porque querían gente joven. Si no lo hacía, vendría una comisión externa y no me gustaba esa idea", confiesa. Con poco tiempo libre, Lidia explica cómo compagina las tres profesiones. "Libro dos tardes a la semana en la farmacia para llegar bien a dos entrenamientos con Osasuna y reunirme antes con el secretario en el concejo para realizar gestiones. Al resto de entrenamientos llego tarde y los fines de semana me turno en la farmacia", expone Lidia, que tiene una vida ajetreada con o sin confinamiento. Ahora su labor toma importancia. Es una de las heroínas en esta crisis sanitaria.
Día inolvidable y récord de asistencia en El Sadar
Lidia Alén señala en la entrevista con AS que uno de sus mejores momentos como futbolista fue el día que jugaron en El Sadar ante 10.000 espectadores, una de las asistencias más altas del fútbol femenino español y récord propio del equipo femenino en el templo rojillo. "Aquello fue impresionante. Era un partido muy importante ante un rival directo y ver a esas personas animando como nunca nos hizo ganar el encuentro", manifiesta la futbolista navarra, que sueña con conquistar pronto el estadio osasunista: "La ilusión de todas es que nos abran El Sadar otra vez y llevar a la máxima gente posible y poner al fútbol femenino donde se merece".