Gerard López, de "perder" al Lugo a representar al fútbol francés
El empresario gallego ha sido elegido por los principales clubes de la Ligue1 para negociar un crédito sindicado por causa del coronavirus. Pujó por las acciones del Lugo.
El magnate de ascendencia lucense Gerard López es el elegido por los clubes de la Ligue1 (la Primera División francesa) para negociar un crédito sindicado que ayude a paliar las pérdidas de equipos de fútbol de la máxima categoría gala por culpa de la crisis sanitaria del coronavirus. Tal y como informa la edición digital de El Correo Gallego, el empresario gallego estaría al frente de un conjunto de ocho equipos (Olympique de Lyon, Paris Saint-Germain, Olympique de Marsella, Saint-Etienne, Rennes, Niza, Toulouse y el Lorien además de su propio Lille) para conseguir entre 300 y 500 millones de euros para el fútbol francés. De este modo, crece la importancia de Gerard López que, desde su llegada en 2017 al Lille tras hacerse con la mayoría accionarial, se ha demostrado como uno de los dirigentes mejor valorados del fútbol francés tanto por sus logros económicos como deportivos.
Gerárd López, presidente del grupo inversor Mangrove Capital Partners, intentó en su día hacerse con la mayoría accionarial del CD Lugo después de la conversión del club albivermello en SAD como consecuencia del ascenso de 2012 a Segunda División. López, que llegaba de la mano del entonces presidente de la entidad, José Bouso, pujó por la cartera de acciones que tenían la Diputación de Lugo y el Ayuntamiento de la ciudad, pero un cambio en las condiciones de pago de las acciones provocó que fuese el otro candidato a la compra de acciones, Tino Saqués, quien se hiciese con la mayoría accionarial del club, que desde entonces preside.
Años después, Gerard López declararía en los micrófonos de Radio Galega que "la compra del Lugo no era un negocio para mi", destacando que "mi intención era que el club siguiese siendo gestionado por la misma gente que lo estaba haciendo, y que en mi opinión lo estaba haciendo bien," e incluso aseveró que "me supo mal que todo se malinterpretase y que se viese como que quería comprar un club gallego para hacer negocios, cuando la realidad es que era un tema emocional, un regalo que quería hacer a los socios".