El hito de Antic: sólo él dirigió a Real Madrid, Atlético y Barcelona
El serbio inició su carrera en España dirigiendo al Zaragoza, donde tambien fue futbolista. Es el único técnico en los banquillos de los tres grandes, aunque destacó como rojiblanco.
La trayectoria de Radomir Antic en LaLiga fue amplia y con todo tipo de resultados, pero en ella el serbio logró algo que nadie más ha conseguido hasta el momento: haber entrenado a los tres grandes del fútbol español, el Real Madrid, el Atlético y el Barcelona. Y con Ramón Mendoza, Jesús Gil y Joan Gaspart como jefes. Ahí es nada...
No fue ninguno de estos su primer banquillo en España, sino que se estrenó en el Zaragoza. Tras dos años en la capital aragonesa, el Madrid le llamó en la primavera de 1991 para dirigir al equipo en sustitución de Di Stéfano. Allí le pasó algo también inesperado para un técnico: fue despedido... cuando el equipo iba líder. "Me echaron por la presión, porque decían que no jugábamos bien. Mendoza tomó al decisión", recordaba en una reciente entrevista a AS.
Luego estuvo tres años en el Real Oviedo y le llegó la oportunidad en el Atlético. Jesús Gil lo reclutó tras el susto del curso anterior, la 94-95, en el que los rojiblancos pelearon por evitar el descenso a Segunda hasta la última jornada. Y el serbio obró un milagro, con los fichajes de Molina, Santi, Roberto, Penev y, sobre todo, un hasta entonces desconocido Pantic, el equipo logró el Doblete de Liga, que no se ganaba desde 1974, y Copa. El equipo sorprendió por su dominio del balón parado, con Milinko como líder absoluto, y un contragolpe letal. Antic completó tres temporadas y aún volvería en las dos siguientes para tratar de reenderezar los proyectos de Sacchi y Ranieri.
También fue llamado para el rescate en el Barça, en la 2002-03. Cogió al equipo en el inicio de la segunda vuelta 15º a tres puntos del descenso, con Puyol, Xavi, De Boer, Mendieta, Riquelme, Kluivert, Saviola... en el equipo. Los azulgrana escalaron en la tabla para acabar colándose sextos, con billete a la UEFA. La llegada de Laporta le apartó del banquillo a pesar de haber cumplido con el cometido.