Sevilla: un psicólogo para paliar los efectos del confinamiento
Juan Carlos Álvarez Campillo, que ya trabajó junto a Lopetegui, está hablando con la plantilla: "Vemos a los jugadores en un videojuego, pero no son máquinas".
El equipo de psicólogos de la Universidad Complutense de Madrid advierte de que depresión, estrés, insomnio y ansiedad son algunos de los problemas derivados del confinamiento y que estas perturbaciones podrían durar meses e incluso años. "A pesar de la emergencia médica que vivimos no se debe ignorar la salud mental", indican los autores del estudio, del que no escapa ningún grupo de ciudadanos, tampoco los futbolistas. Y por eso en el Sevilla se han puesto manos a la obra. Desde hace unos días atiende a los jugadores de la primera plantilla, de manera telemática e indivualizada, nervionense el psicólogo deportivo y coach Juan Carlos Álvarez Campillo.
Álvarez Campillo, que ya trabajó con Julen Lopetegui en la Selección española y en el Oporto, atendía a los medios oficiales del Sevilla. "He encontrado a los futbolistas en un estado de gran fortaleza, disciplina y responsabilidad para cumplir sus rutinas y sus protocolos diarios. Cuidan la alimentación, el descanso... Están muy concienciados y con muchas ganas de aprovechar este tiempo para volver lo mejor posible. En esto influye mucho Lopetegui, que les pasa su parte de trabajo, y ellos con su profesionalidad, la asumen", valoraba el psicólogo.
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Cuestionado por cómo será la vuelta a la rutina, Campillo afirmaba que "hay que desarrollar nuevos registros y pautas. Lo más probable es que el regreso sea paulatino y vamos a tener una tendencia natural y lógica a evitar estar cerca de personas. Es un instinto de supervivencia. Será una rutina diferente a lo anterior, hay que aceptarlo y ver que podemos hacerlo. Al principio será más complicado, pero nuestro cuerpo y nuestro cerebro se amoldarán a ello. El futbolista tiene la exigencia de competir y obtener resultados y no por acelerar ese proceso será mejor, puede ser contraproducente".
"Lo mental y emocional es importante siempre. Cuando un jugador va bien de técnica y táctica, un problema con su familia puede hacer que el día de competición esté descentrado y no dé lo máximo. Hay que acompañar cada faceta para explotar sus posibilidades. Y en una situación como la de ahora, lo mental tiene una importancia mayor, porque tenemos muchos pensamientos de incertidumbre, ansiedad o inquietud. Si no lo gestionamos no podemos cambiar ese estado de ánimo, que debilita nuestro sistema inmunológico. Hay que tener una gran conciencia de esto", añadía.
"Vemos a los jugadores como en un vídeojuego, pensamos que son máquinas. Pero son, en primer lugar, personas, que tienen sus sentimientos y emociones. Como están siempre en la lupa de tanta gente, en muchas ocasiones eso les genera ansiedad e inquietud, no pueden siempre acertar. Nadie quiere fallar. Los nervios, el rival o el estado de forma hace que no siempre puedan rendir como una máquina. Deberíamos entender esto para ser más comprensivo con ellos", concluía Álvarez Campillo.