Pombo: “Jugar cada 48 horas es una agresión directa a la salud del futbolista”
El preparador físico del Deportivo calcula un mínimo de 20 días de 'pretemporada' y analiza los riesgos de jugar en verano con altas temperaturas.
En los últimos días se habla mucho de la situación de incertidumbre en la que están los clubs de LaLiga a nivel económico. Pero a nivel deportivo, tanto para jugadores como para técnicos, el territorio es igual de inexplorado. Manuel Pombo, preparador físico del Deportivo, analiza cómo puede afectar este parón a los profesionales, el tiempo de preparación que necesitarán para volver a competir y, sobre todo, la locura que para él supone esa idea de disputar partidos cada dos días: "Jugar cada 48 horas es una agresión directa al jugador".
Pombo argumenta con datos esta afirmación y avisa del castigo que puede suponer para los protagonistas: "Me parece algo que traspasa el código que tiene el fútbol profesional y todos los estudios sobre la biología y la medicina en el deporte. Todos los marcadores bioquímicos y neuromusculares nos presentan que tras un partido, con la intensidad y agresividad biológica que tiene, se necesita un mínimo de 72 horas para volver a competir. Jugar cada 48 horas es imposible, es una agresión directa a la salud de los jugadores".
A la mano derecha de Fernando Vázquez tampoco es que la agrade demasiado la idea de jugar en verano, aunque entiende las circunstancias. Eso sí, avisa de los riesgos: "Los organismos de medicina del deporte a nivel mundial plantean que compitiendo por encima de los 33 o 35 grados, el cuerpo tiene graves problemas para disipar el calor acumulado por el esfuerzo y la temperatura externa. Tendría que haber un parón cada 20 minutos para hidratación y el estrés térmico que sufrirían los jugadores sería elevado".
Tres semanas de 'pretemporada'
Pombo no se atreve a predecir si en el regreso a la competición habrá muchas lesiones, "no sabemos cómo van a responder los jugadores, porque no hay casos", pero sí tiene claro que, aunque estén trabajando en sus casas, los equipos sí necesitarán un mínimo de preparación antes de volver a competir: "Un futbolista puede tener un alto índice de resistencia y fuerza, pero para jugar al fútbol necesita un modelo de esfuerzos específicos. Lo que ahora perdemos es ese modelo específico de cada puesto. Vendrán con buenos indicadores, pero no tienen capacidad para generar esfuerzos específicos. Los grandes objetivos a la vuelta serán la sinergia de los jugadores, su capacidad de adaptarse al puesto específico y el trabajo táctico del modelo de juego que genera el entrenador. Hay que unir esos factores. Hablamos de un mínimo de 20 días, aunque lo ideal sería entre 30 y 40 para cumplir un ciclo de regeneración celular".