Bale: su lado más negociador
Chris Gunter, compañero de selección del madridista, reveló que Bale es pieza clave en las negociaciones con la federación de Gales sobre los bonus a percibir en la Eurocopa.
Si el vestuario del Real Madrid bautizó a Gareth Bale como El Golfista (The Golfer) por su desaforada pasión por ese deporte, en Gales bien podría ser conocido como El Negociador. Porque el madridista es el encargado, junto a Chris Gunter, de negociar con la Federación de Gales las primas que reciben los jugadores por cada victoria.
Los hombres de Giggs estarán en la Eurocopa que, por la crisis del coronavirus se celebrará el próximo año y, en principio, se mantendrán las primas negociadas por el madridista, que en su selección es líder comprometido. Con el equipo y con sus compañeros. Así lo ha revelado el propio Gunter, en declaraciones reproducidas por The Sun: “Todo comenzó conmigo, Ashley Williams, Bale y Ramsey. Necesitábamos tener una conversación sobre esto. Williams estaba sentado, viendo pasar el mundo, relajado, sin involucrarse. Ramsey igual. Así que éramos Bale y yo los que estuvimos peleando y discutiendo cada pequeño punto”.
Bale mostró su lado más ‘combativo’ con el objetivo de rascar el mayor premio para el vestuario galés: “Los miembros de la federación galesa no son complicados de tratar, pero Bale y yo lucharemos por los chicos si hay algo que se deba resolver. Para ser justos con Bale, él está peleando por un bonus extra por cada victoria del equipo, pero él no necesita más dinero por ganar. Él necesita adquirir más crédito. Pero aún lucha por el resto de nosotros, para que tratemos de ganar una cantidad de dinero decente en este juego”.
La imagen de Bale en Gales es muy distinta a la que da en el Real Madrid, más cerca a la apatía y a la frialdad que al compromiso. En cada parón FIFA, se ha visto a un jugador mucho más involucrado con su selección que con el club blanco. Eso levantó el recelo en el Bernabéu y también la polémica. Su última aparición con la selección galesa prendió una mecha que no se ha acabado de apagar. Tras clasificarse para jugar la fase final de la Eurocopa, saltaba de felicidad con una pancarta que ponía "Wales. Golf. Madrid. In that order” (Gales. Golf. Madrid. En ese orden"), algo que enervó a los aficionados blancos. El Bernabéu le recibió con una sonora pitada al saltar al campo en el siguiente partido, el 23 de noviembre, en el encuentro que el Madrid ganó a la Real Sociedad (3-1). Su relación con la grada del Bernabéu ha sido una montaña rusa y su imagen ha ido variando su cotización hasta llegar a los números rojos. Ahora, vuelve a estar en la rampa de salida... Nada que ver con el aura que Bale tiene en su país. Líder de su selección, implicado en el campo y comprometido en los despachos para ayudar a sus compañeros.