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LEGANÉS

Jonathan Silva agiganta su valor en una temporada oscura

El lateral izquierdo del Leganés es uno de los dos futbolistas pepineros que ha visto crecer su precio según Transfermarkt. Excelente curso con, de nuevo, buenas estadísticas.

Jonathan Silva agiganta su valor en una temporada oscura
JUAN AGUADODIARIO AS

Jonathan Silva respira contrastes. Es el argentino (25 primaveras, lo mejor está por venir) descaro en el césped. Un lateral de esos que juega con el frenesí ofensivo mutando sus genes. Defensa, dicen que es. Pero ataca como un extremo. Así se mostró la temporada pasada en el Leganés, con el lado de la balanza señalando más a sus virtudes atacantes que a las protectoras. Pero he aquí que este curso se ha destapado como zaguero bregador. Un central improvisado que ha sostenido el costado zurdo de la zaga sin despeinarse la coleta. Luciendo el colmillo que oculta en público. El de La Plata es tímido en las distancias cortas. Quién lo diría. Contrastes. 

La timidez, dice en privado, le aleja de las entrevistas. Nada de hablar con los medios, que no se le da nada bien. De ahí que apenas conceda charlas más que las que riegan el vestuario de sus bromas. Ahí sí. Ahí Silva es como luce en el césped o con una guitarra en la mano. Durante estos tiempos de confinamiento se ha lucido como cantautor notable. Más contrastes. Sorpresas a cada paso.

Números destacado para un intocable

Antes, cuando ningún virus nos retenía a todos en casa, Silva se desataba en el césped como pocos. En un curso aciago para el Leganés, su evolución ha sido ascendente. Él es una de esa excepciones que aún levantan sonrisas en Butarque. Lo dice su juego, pero también los números, que apuntalan esa sensación de agigantamiento progresivo. De chaval que evoluciona a hombre camino de ser un jugador referencia.

Ojeada a la calculadora. Comienza el lucimiento estadístico con adjetivo rotundo: intocable. Eso es Silva. El argentino es el jugador que más minutos ha disputado con el Leganés esta temporada. Hasta el parón acumulaba 2.361. Bustinza le otea en la segunda posición con 2.100. La diferencia es notable. Pero hay más.

Es, de la plantilla, el jugador que más entradas ha realizado (68) y el que más éxito ha tenido (50). Se mantiene en el top-10 de intercepciones (23) y es  el quinto que más balones ha despejado (40). También es el segundo que más pases da del equipo (763).

Sólo se le echa de menos peso ofensivo. Apenas ha marcad un gol (en Copa, ante el Ebro) y en Liga aún no se ha estrenado en el arte de asistir a sus compañeros, donde el curso pasado batió récords, con seis pases de gol. Ningún pepinero había logrado dar tantos en un mismo curso desde que el equipo es de Primera División.

Todo tiene su explicación. Primero, un diagnóstico general. Éste Leganés es menos ofensivo que el del curso pasado y eso impide a Silva apurar línea de fondo. Sucede, además, que la lesión de Siovas en Sevilla a principios de diciembre lo enclaustró con éxito en el eje de la defensa, donde rindió estropeando ataques rivales, pero sin lucir en el propio. Un central encadenado. Esta función (ataque) es en la que le ha entregado el cetro a Kevin Rodrigues. Pero es para otro día. Hoy toca hablar de Silva. De él y de su revalorización.

Silva es un millón más caro

El Leganés lo fichó en 2018 procedente del Sporting de Portugal. Llegó cedido y casi desahuciado. Pellegrino lo conocía y de la mano del Flaco, arribó, se asentó y triunfó. Un pelotazo. El club ejecutó la cláusula de compra por tres millones de euros (un chollo) y aunque algunos clubes lo sondearon (el Betis, el que más) acabó quedándose en Leganés. Ahora dice Transfermarkt que su valor ha crecido en un millón: vale cuatro.

Asunto relevante porque, de toda la plantilla del Leganés, es el único futbolista en propiedad que ha visto su valor crecer. El otro es Siovas, con un coste estimado de seis millones de euros. Todo un hito en este Leganés plagado de incertidumbres que, sin embargo, tiene en Silva una certeza. Y de lo más positiva, además.