Vuelta del fútbol: entre la fecha táctica (23-A) y la soñada (10-M)

LaLiga y la Federación acaban de oficializar lo que era un secreto a voces, que el fútbol en España, profesional y no profesional, se suspende hasta que el Gobierno, las administraciones del Estado y Sanidad digan que se puede reanudar sin riesgos para la salud. Una vez ampliado el Estado de Alarma hasta el próximo 11 de abril, esta noticia adelantada por AS hace cuatro días era la esperada ya que hasta ahora sólo se habían suspendido dos jornadas. Ahora, la pregunta que todo el mundo se hace es cuándo podrá regresar realmente la competición.

Nadie lo sabe porque el coronavirus es el que manda. Por eso nadie se atreve ya a poner una fecha sobre la mesa. Otra cosa es la previsión. En AS hemos venido contando con puntualidad que LaLiga envió hace nueve días cinco calendarios diferentes a UEFA para comenzar a trabajar sobre ellos el futuro a corto plazo de todas las ligas y de las competiciones internacionales que, como novedad, van a tener que solaparse en los próximos meses si se quiere acabar la temporada antes del 30 de junio como desea Javier Tebas y como cree que es posible. Pero a estas horas nadie puede asegurar qué va a pasar.

En estas alternativas ofrecidas había varias fechas clave. Desde la más optimista, el 23 de abril, a la más pesimista, que sería irse a finales de mayo o incluso no poder disputar las 11 jornadas que quedan y designar el campeón, los descensos y ascensos en los despachos, aunque sea a regañadientes, bajo las directrices de UEFA. Sin embargo, en esta última semana, al menos en España, una fecha ha tomado más peso que todas las demás de forma muy precavida. Se trata del 10 de mayo, en una jornada que podría comenzarse el sábado 9 de mayo y que se esperaría a su celebración incluso hasta al jueves 14.

Los clubes consultados, que han participado en esas reuniones telemáticas organizadas por LaLiga, entienden que ha sido una buena idea proponer diferentes opciones pero que la fecha del 23 de abril, así como la de 2 y 3 de mayo, estaban más orientadas a no alarmar que al hipotético regreso de la competición. Sobre todo ha sido entendido por muchos presidentes como un guiño a los patrocinadores, operadores, empresas de telecomunicaciones y, sobre todo, a los telespectadores que son claves en esta industria del entretenimiento. El hecho de hacer ver que la competición se podrá acabar "perfectamente" y que, además, podría no tardar en reiniciarse ha ayudado a que las bajas particulares de los contratos de televisión se hayan contenido. Aun así, plataformas como Movistar+, por ejemplo, se han movido con mucha rapidez para habilitar a sus abonados, provisionalmente y mientras dure el confinamiento, otros canales de los que no gozaban para contrarrestar la falta de fútbol que sí estaba contratado desde el pasado verano. Una estampida general hubiera sido devastadora para las televisiones y, por extensión, para los clubes ya que gran parte de los ingresos que contabilizan en sus presupuestos provienen del negocio audiovisual.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ya ha dejado claro en sus intervenciones públicas que el regreso a la normalidad será de forma escalonada y que no se pasará de un día para otro del Estado de Alarma al de cotidianeidad. Por eso, aunque este fijado para el 11 de abril el fin del confinamiento, los equipos deberán regresar poco a a poco a su actividad habitual y realizar una mini-pretemporada bajo estrictas normas de seguridad y vigilancia a la salud que podría retrasar la vuelta de la competición. De ahí que se hable más en estos días del periodo del 10 al 14 de mayo como fecha más real y que incluso LaLiga y la RFEF hayan acordado un comunicado en el que la competición se suspende 'sine die'. Aunque ya se sabe, aquí el que decidirá cuándo sí y cuándo no será el COVID-19.