Ramón Mendoza se marcha ahogado por la economía
Ramón Mendoza se marcha ahogado por la economía

Lorenzo Sanz y el Real Madrid (Parte 1)

Ramón Mendoza se marcha ahogado por la economía

Ramón Mendoza dejó la presidencia tras diez años y medio. Ganó seis Ligas y momentos de esplendor pero dejó una deuda de 13.000 millones de pesetas

El 19 de febrero de 1995 se celebraron las elecciones más largas en la historia del Real Madrid. Ramón Mendoza debía pasar el refrendo de su gestión ante los socios en un periodo en el que los problemas económicos empezaban a ser asfixiantes y se necesitaban soluciones urgentes.

Además del presidente, iniciaron la carrera electoral (en la que se gastaron 600 millones) Florentino Pérez, Santiago Gómez Pintado, que jugó en el Plus Ultra y algún partido en el Madrid de los años 50 como Montejano, y Juan Miguel Villar Mir.

Villar Mir, ex ministro, fue candidato a las elecciones del Real Madrid.

La aparición de éste tenía truco. Según la nueva Ley del Deporte había que avalar parte considerable de la deuda para no tener que convertirse en sociedad anónima. Mendoza tuvo la idea de incorporar a la directiva a Florentino Pérez y ello provocó el malestar de Lorenzo Sanz. Florentino no aceptó la propuesta y ante el fallecimiento de Mariano Jaquotot en el verano de 1994, el presidente optó por la solución Villar Mir, recomendado por Nemesio Fernández Cuesta.

“Os repito que a los 70 años lo dejo. En el año 97, cuando me vaya, Villar Mir será presidente y tú, Lorenzo, vicepresidente primero”

Ramón Mendoza

El antiguo ministro de Hacienda y vicepresidente económico del gobierno gozaba de importante relevancia financiera, era apasionado madridista y tenía la ilusión de llegar a ser presidente del club. Mendoza le prometió que le ayudaría a ser su sucesor en el cargo en 1997 y pactaron que se integraría en su candidatura justo el día que tendría que anunciar su candidatura a la presidencia. Su integración estuvo salpicada de problemas. Ante las desavenencias entre Villar Mir y Sanz, se organizó una cena en el domicilio del primero, con Mendoza, Sanz y Fernández Cuesta con el objeto de aclarar y pactar todo.


Saludo entre Ramón Mendoza y Florentino Pérez durante las elecciones a la presidencia del Real Madrid.

Florentino se da a conocer

Las elecciones de febrero de 1995 se saldaron con una amarga y corta victoria de Ramón Mendoza y una dulce derrota de Florentino Pérez. Éste se dio a conocer ante el madridismo y dio una imagen de seriedad que le reportó un importante apoyo social. Así se convirtió en una referencia de futuro necesaria.

Serial sobre la trayectoria de Lorenzo Sanz en el Real Madrid

Ramón Mendoza ganó las elecciones por una exigua ventaja de 698 votos sobre Florentino Pérez.

Capítulo 1: Ramón Mendoza se marcha ahogado por la economía.

Capítulo 2: La lujosa renovación de Sanz devuelve la ilusión al madridismo

LA última directiva del Real Madrid de Ramón Mendoza con Lorenzo Sanz a su izquierda y Villar Mir a su derecha.

Capítulo 3: Fabio Capello lideró el primer proyecto de Lorenzo Sanz

Abrazo entre Núñez, presidente del Barcelona, y Ramón Mendoza.

Quiso disolver el basket

En una época en la que la ACB (Asociación de Clubes de Baloncesto) recomendó a sus asociados que no tuvieran otras secciones, Mendoza llegó a un pacto con el Barcelona para eliminar al tiempo las secciones de basket y así cortar una de las sangrías económicas del club. Incluso se pactó anunciarlo en una rueda de prensa en el hotel Don Yo de Zaragoza. Pero Núñez se echó atrás y el pacto del basket se rompió.

Capítulo 4: La ansiada Séptima Copa de Europa llegó con Lorenzo Sanz

A las 19:34 del 20 de noviembre de 1995, Ramón Mendoza abandonaba el estadio Bernabéu tras presentar su dimisión.

Capítulo 5: El Madrid conquista en Tokio su segunda Copa Intercontinental.

Lorenzo Sanz fichó al yugoslavo Petkovic, del Estrella Roja, a espaldas de Ramón Mendoza.

Capítulo 6: La Octava llegó en la primera final española de la historia

Emilio Butragueno en el Celaya.

Capítulo 7: Lorenzo Sanz pierde las elecciones con Florentino Pérez

Por vez primera en la historia del club se habían rechazado las cuentas y Mendoza culpó a Sanz.

 

“Os repito que a los 70 años lo dejo. En el año 97, cuando me vaya, Villar Mir será presidente y tú, Lorenzo, vicepresidente primero”, comentó Mendoza dirigiéndose a Sanz. Éste aceptaba si cuatro años más tarde el presidente pasaba a ser él. “Recordad, no obstante, que esto no es una monarquía hereditaria”. Villar Mir aceptó pero pidió que el pacto se elevara a escritura pública. Pero Sanz no quiso saber nada de eso.

Mendoza se despidió de la plantilla con un almuerzo en el restaurante Cabo Mayor.

Finalmente con Villar Mir y Sanz en la candidatura de Mendoza se celebraron las elecciones el 19 de febrero, después de tres meses de dura campaña, en la que los rivales del presidente saliente, sobre todo Florentino Pérez, le atacaron por el débil flanco de la economía.

Al final, tras una larguísima jornada, a las 5:15 horas del 20 de febrero, ocho después de que se cerrara el colegio electoral, se proclamó a Ramón Mendoza vencedor de las elecciones por una exigua ventaja de 698 votos, a pesar de que votaron 26.577 socios de los 54.083 que tenían derecho a voto. El ganador logró 15.203 sufragios, mientras que Florentino Pérez obtuvo 14.505. Santiago Gómez Pintado logró 4.154 y con su presencia en las elecciones impidió el triunfo de Florentino porque aglutinó una parte del voto antimendocista.

“Comienza el funeral deportivo, corpore in sepulto,cpor el alma del presidente Ramón Mendoza”

Ramón Mendoza Fontela se despidió como presidente del Real Madrid el 20 de noviembre de 1995 leyendo nueve folios manuscritos, en los que destiló toda la ironía e ingenio de la que siempre hizo gala. A continuación reproducimos íntegro este documento que se considera el testamento deportivo de un personaje que marcó la vida del Real Madrid durante once años.

“Hace unos minutos que he presentado mi dimisión en compañía del Vicep. N.F.C. a lo que queda de Junta Directiva del R.M., agradeciéndoles los servicios prestados. Con esta fórmula sencilla otras veces se iban los directivos, ahora se va el presidente.

Comienza por tanto el funeral deportivo de ‘corpore insepulto’ por el alma del que fue presidente del R.M. Ramón Mendoza, ahora ya incinerado y en lo sucesivo solamente el socio 772.

Yo soy en este funeral el oficiante. Sentaros , queridos representantes de todos los medios de comunicación; os quiero antes que nada pedir perdón por si algo no funcionó bien entre nosotros por culpa mía en estos largos años. Donde quiera que esté, siempre contaréis con mi afecto.

También quiero agradecer a mi familia, y de ella fundamentalmente a Janine, que está aquí, la paciencia que han tenido con este cuerpo y en este tiempo. El recuerdo emocionado a mi amigo Raimundo Saporta, fiel y leal colaborador de Don Santiago y mío durante todo el tiempo, a los muertos de verdad Mariano Jaquotot, vicepresidente primero, y Alejandro Bermúdez, leales hasta la muerte, a Joaquín Tena, Ignacio Pinedo, Fernando Martín y Petrovic, historia de esta casa.

Solidaridad y cariño a todos los presidentes del fútbol español, auténticos héroes

-con errores por supuesto- de la incomprensión y a veces del esfuerzo inútil que no depende de ellos. Nadie os llamó, efectivamente, pero sin vosotros todo sería más pequeño y peor.

Recuerdos de vecindad especiales para J.M. Ruiz Mateos y para Jesús Gil, con el que empecé a tiros y acabé con balas de amistad profunda. Les deseo lo mejor.

Solidaridad con la gente del Club, con los empleados más humildes, que soportan estoicamente la desigualdad y a veces la ineficacia.

Gratitud infinita a mis jugadores y a todos los técnicos que aquí han estado, que tantas satisfacciones me han dado en estos 11 años. Dicen que cuando dejas el poder, el teléfono deja de sonar. Ayer sonó en casa, y las dos primeras llamadas fueron la primera de Míchel y la 2ª de Méjico, de E. Butragueño.

A los socios del Real Madrid decirles que les dejo con mi cariño y amistad.

Aquí quedan depositados, en la Sala de Trofeos, los 25 títulos oficiales conseguidos en estos 10 años y 9 meses mañana, un estadio preparado para el futuro y unas obligaciones económicas (deuda) hinchadas y no bien analizadas por las apetencias de poder de algunos y la deslealtad de otros.

Tengo en mi poder el testamento del ex presidente Mendoza. No deja herederos, sus últimas voluntades son para los socios del R. Madrid. Y dicen así:

Queridos socios: Se va con tristeza el 2º presidente del R. M. en años de permanencia y en trofeos conseguidos y obras realizadas. La oposición feroz (maldita herencia de comparar e imitar la política con el deporte), la desinformación interesada y la deslealtad interna magnifican una situación negativa que no corresponde a la realidad.

Ya me da igual todo. El aumento patrimonial producto de la remodelación del Estadio, que se hizo sin pedir un duro a nadie -grave fallo-, la Esquina del Bernabéu y el sobrante de la deuda, en la que se incluyen los avales de los directivos, dejan al Club para estudio de personas serias y responsables, también ahí en mejor situación que lo encontré.

Me voy harto de acoso de pequeños tiburones y deslealtades precipitadas. El Madridismo necesita hacer un acto de contrición y pensar con ilusión en el futuro.

Éste será bueno si la gente piensa sólo en que somos el Club de Fútbol más prestigioso del Mundo y que siempre ha llevado el nombre de España con circunstancias no fáciles.

Terminado el funeral, que el socio Ramón Mendoza descanse en paz.

AMEN.

Ruegos y preguntas”.

Ramón Mendoza dio a luz, un año después de dimitir, el libro ‘Dos pelotas y un balón’, donde repasaba su etapa presidencial.

Florentino asumió con total normalidad la derrota, aunque desde algunos personajes de su entorno se llegó a decir que no ganó porque hubo fraude en el voto por correo, pero en esa campaña se dio a conocer dentro del madridismo y, sin duda, por ahí empezó a ganar las elecciones que cinco años después le enfrentaron a Lorenzo Sanz.

Pero las elecciones no hicieron desaparecer los problemas económicos ni los roces entre Villar Mir y Sanz. El 31 de julio de 1995 fue necesario presentar ante la Liga de Fútbol Profesional un aval complementario de 1.200 millones de pesetas dadas las pérdidas existentes en el club. En caso contrario la sanción sería el descenso a Segunda División. Para prestar su colaboración Villar Mir puso sus condiciones: la venta de la esquina del Santiago Bernabéu y el cese del gerente Manuel Fernández Trigo. No había tiempo para llevar a cabo ninguna de ambas. La venta de la esquina requería de la preceptiva convocatoria de la Asamblea General y que en la misma se aprobase por dos tercios de mayoría. El cese del gerente era necesario pactarlo con el propio interesado. 17 años en un puesto de tanta importancia le hacía conocedor profundo, en algunos casos único, de los entresijos del club. No se le podía dar una patada en el trasero.

Hubo que avalar las cantidades que cubría Villar Mir además de los 1.200 millones requeridos por la Liga. Lorenzo Sanz resolvió la situación y se convirtió en el hombre más importante de la junta directiva que presidía Ramón Mendoza, porque era el hombre que más dinero había aportado. Esta situación abocó a Mendoza a dimitir como presidente del Madrid el 20 de noviembre de 1995.

Nada hacía suponer que esto sucediese cuando Jorge Valdano comenzó la pretemporada con sus chicos. Como caras nuevas estaban Freddy Rincón, uno de los deseos del argentino que había jugado en el Nápoles cedido por el Palmeiras el año anterior, y Esnáider, que retornó en otra operación con gran pérdida económica,

A lo largo de la temporada se contará en momentos puntuales con jóvenes de las secciones inferiores como Álvaro, García Calvo, Contreras, Fernando Sanz, Guti, Víctor, Gómez e Iván Pérez, hermano de Alfonso. Afortunadamente la cantera seguía dando buenos frutos. También se incorporó iniciada la temporada el yugoslavo Petkovic, del Estrella Roja, que tuvo pocas oportunidades de mostrar su calidad tras ser fichado por el vicepresidente Lorenzo Sanz a espaldas de Ramón Mendoza.

Entre las bajas, la más sentida fue la de Butragueño, que emigró al Atlético Celaya mexicano. También abandonaron la entidad, como cedidos Marcos (Valladolid), Alfonso (Betis) y Dani (Zaragoza) y en calidad de traspasados Martín Vázquez y Dubovsky.

El equipo no convencía a pesar de la confirmación de Raúl y ya se cuestionaba la labor del tándem Valdano-Cappa y de la directiva por el deterioro deportivo y económico. Por vez primera en la historia del club se habían rechazado las cuentas del ejercicio anterior presentadas en la Asamblea General del 22 de octubre. 429 compromisarios derrotaron con su voto negativo a los 392 que apoyaron a la directiva. Mendoza achacó esa derrota a Sanz, al que pidió que “movilizara a nuestra gente” pero no hizo nada, según el presidente. Dos días después, se reunió en el Bernabéu con Florentino Pérez con la meta de unir al madridismo. La reunión la entendió Sanz como una traición y ése fue el final de Mendoza.

La situación era dramática. El 20 de noviembre publicaba AS una encuesta entre socios de la entidad que reflejaba el mayoritario deseo de acudir a elecciones (62,3%), con intención de voto favorable para Florentino Pérez (53,2%).

Pero ese 20 de noviembre se llegó al límite. Mendoza había convocado una conferencia de prensa para presentar la dimisión de su cargo. Almorzó con la plantilla en el restaurante Cabo Mayor. Sentado entre Valdano y Sanchís recibió un reloj como regalo esta dedicatoria: “Al presi, de tus jugadores. 1985-1995”. Sólo se echó en falta a Cappa y Mendoza pidió a todos su esfuerzo para ganar la Séptima.

A las cinco de la tarde presidió su última reunión de la directiva, firmando media hora más tarde la protocolaria dimisión. Dos horas después, ante numerosa y expectante concurrencia de periodistas y cámaras, leyó un comunicado, que reproducimos íntegro, intentando mantener un cierto tono de humildad.

Confirmó que publicaría un libro y terminó: “Me voy al paro, pero no me arrepiento de haber sido presidente. Lo he pasado mal porque cuesta marcharse y en este país no dimite casi nadie; pero me voy con la cabeza alta. Lamento no poder llegar como presidente acompañando al equipo en esta Copa de Europa. Si el Madrid gana el título, un asa de la séptima será mía”. Volvía a ser el socio 772 (luego se comprobó que era el 741) del club y que desde su abono seguiría viendo las actuaciones de su equipo. Fernández Cuesta, Stampa y Gómez Sequeira anunciaron su dimisión, pero los dos últimos no llegaron a cumplimentarla.

Poco después abandonaba el club, tras arrojar violentamente Janinne Girod, su mujer, la bandeja de plata con sus firmas regalada por los directivos a su ex presidente. Restaurada, esta bandeja sirvió, después, como obsequio a Samaranch.

Finalizaba una época de casi once años, 3.832 días, con seis títulos de Liga, dos Copas, dos Supercopas y una Copa de la UEFA. No logró la Séptima y los 1.500 millones de deuda que heredó de Luis de Carlos los había incrementado hasta 13.000.


La trayectoria de Lorenzo Sanz en el Real Madrid

Capítulo 1: Ramón Mendoza se marcha ahogado por la economía.

Capítulo 2: La lujosa renovación de Sanz devuelve la ilusión al madridismo

Capítulo 3: Fabio Capello lideró el primer proyecto de Lorenzo Sanz

Capítulo 4: La ansiada Séptima Copa de Europa llegó con Lorenzo Sanz

Capítulo 5: El Madrid conquista en Tokio su segunda Copa Intercontinental.

Capítulo 6: La Octava llegó en la primera final española de la historia

Capítulo 7: Lorenzo Sanz pierde las elecciones con Florentino Pérez

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