Lozano ofrece la Blume y Rubiales, el hotel de España contra el COVID-19
La presidenta del CSD ha informado a Salvador Illa que ambas residencias deportivas están a la total disposición de las autoridades para convertirlas en hospitales.
La Blume y la RFEF. Entre los CAR con los que cuenta España para frenar la pandemia están la Residencia Blume y la Residencia de la Federación Española de Fútbol, por ofrecimiento de Luis Rubiales. La presidenta del CSD, Irene Lozano, ha informado a Salvador Illa que ambas residencias deportivas están a la total disposición de las autoridades para convertirlas en hospitales si se hace necesario ante el crecimiento de la curva del COVID-19.
Italia siembra la duda. En el Consejo Superior de Deportes (CSD) ven casi imposible que se puedan celebrar este verano los Juegos de Tokio. La última semana ha sido crítica para algunos de los medallistas españoles, que reclamaban un permiso especial del Gobierno para poder seguir con su plan de preparación. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, encargó un informe sobre la situación de los olímpicos en otros países de nuestro entorno. El decreto de confinamiento en Italia dejaba libertad para entrenar "por razones de interés nacional" a sus deportistas olímpicos. Algunos lo hicieron, como su equipo de ciclismo en ruta. Pero su alegría duró poco. La ciudadanía les echó de las carreteras.
La señal. El CSD ha escuchado las quejas de grandes medallistas, como Mireia Belmonte, que se tiene que entrenar en su casa de Badalona "subiendo y bajando escaleras". Mireia ha reclamado que España tome el camino de Italia. El Gobierno ha estudiado las alternativas, pero a lo que espera de verdad es a ver qué sucede con los Juegos de Tokio. Estados Unidos ha avisado este sábado de que no enviará a sus deportistas salvo garantía plena de salud. La presión sobre el presidente del COI, Thomas Bach, empieza a ser irresistible. Las grandes potencias olímpicas ya han asumido la realidad.
Excepción remota. El Gobierno de España esperará a ver qué pasa en los próximos días para tomar una decisión sobre el entrenamiento de nuestros olímpicos. En el remoto caso de abrir la mano, sería para autorizarlo, previo test negativos de los deportistas confinados, en los centros de alto rendimiento y tecnificación (CAR) repartidos por el territorio nacional que no hayan sido reclamados por el Ministerio de Sanidad. Pero en el CSD ven casi inevitable el aplazamiento de los Juegos Olímpicos.