Lorenzo Sanz, el presidente de la Séptima y la Octava
Bajo su mandato, desde noviembre de 1995 a julio de 2000, el Madrid ganó dos Champions, la primera tras 32 años de espera, una Liga, una Intercontinental y una Supercopa de España.
Lorenzo Sanz Mancebo (Madrid, 09-08-1943), falleció en Madrid víctima de la pandemia del coronavirus. Sanz, madrileño de pura cepa, fue presidente del Real Madrid desde 1995 hasta el año 2000. Nacido en el seno de una familia humilde (eran 10 hermanos y él era el mayor de todos), llegó a ser portero de equipos modestos madrileños, como el Puerta Bonita. Empresario de cierto éxito, empezó con una fábrica de papel pintado. Siendo muy niño le entró el gusanillo del fútbol, llegando al club como directivo en 1985. Sería en ese año, cuando Ramón Mendoza se proclamase vencedor de las elecciones del club blanco cuando empezaría a escalar en la directiva blanca. Por aquel entonces fue nombrado Vocal de la Junta, junto con Fernando Asúa, Alejandro Bermúdez, Nemesio Fernández Cuesta, Mariano Jacquotot y Pedro Zapata. Sería diez años después, el 21 de noviembre de 1995 cuando Sanz se presentaba como nuevo presidente del conjunto blanco tras dimitir Mendoza (había ganado las elecciones en febrero de 1995), siendo refrendado por la Asamblea de socios el 4 de febrero de 1996: obtuvo 699 síes, 154 noes, 21 abstenciones y cinco votos nulos. Su período establecía que sería presidente hasta febrero de 1999, fecha en que finalizaría la etapa de Mendoza.
Con mando en plaza se puso manos a la obra: tras caer ante el Rayo Vallecano fulminó a Valdano, entonces entrenador, puso primero a Del Bosque y luego a Arsenio Iglesias, el Zorro de Arteixo, pero empezó a construir la base del equipo que ganaría la ansiada Séptima Copa de Europa: entendió que debía fichar jugadores que ilusionasen a los aficionados blancos, pero sobre todo, que cambiasen el ambiente del vestuario. Fichó a Suker, MIjatovic (pagó 1.284 millones de pesetas, algo más de seis millones de euros al cambio), Seedorf, Roberto Carlos, Illgner y Secretario. En las Navidades de ese año llegaría el italiano Christian Panucci debido al fracaso de éste último en el lateral derecho. También subió el canterano Víctor y entraría en guerra con el Barcelona por el traspaso del francés Karembeu, que llegaría al Madrid en 1997. Al frente de la nave colocó a Fabio Capello, prestigioso entrenador italiano, que le imprimiría carácter a la plantilla. Capello firmaría por los blancos el 20 de mayo de 1996 como nuevo entrenador blanco. Dos años después, el Madrid derrotaría a la Juventus en la Final de la Champions celebrada en Amsterdam. Pero entre medias, los blancos volvieron a recuperar el título de Liga, Capello se marcharía por la mala relación con algunos jugadores, sus continuas peticiones de fichajes que acabaron cargando al presidente más la aparición del Milán, que quiso repescarle, hicieron que se marchara. Llegó Heynckes, técnico alemán que había triunfado con el Athletic y con el Tenerife, más Morientes, Karanka, Savio y Canabal. El 20 de mayo de 1998, los blancos se impusieron a la Juventus: la ansiada Copa de Europa, la Séptima, llegaba a las vitrinas del conjunto madridista tras 32 años de espera. También levantaría la Copa Intercontinental en Tokio gracias a un gol de Raúl.
Bajo su mandato, en febrero de 1999, el club dio un salto cualitativo con el estreno del canal de televisión del club: Real Madrid Televisión. Abrió la época de grandes fichajes blancos con la incorporación de Anelka, por el que pagó 5.500 millones de pesetas (unos 36 millones de euros al cambio). Iba a ser la piedra angular del Madrid del Siglo XXI, pero el francés fracasó. Pero antes tuvo que despedir a Toshack por unas polémicas declaraciones (“Es más fácil ver un cerdo volando sobre el Bernabéu a que yo rectifique”), y volvió a disponer de Del Bosque. Con el técnico salmantino, los blancos volvieron a levantar la Copa de Europa tras derrotar al Valencia en París (3-0), con grandes versiones del equipo en Old Trafford (ganaron 2-3) y ante el Bayern (perdieron 2-1, pero con el 2-0 de la ida les sirvió para pasar).
Tras este éxito, Sanz decidió convocar elecciones aunque su mandato acababa en 2001. Llegar al Centenario del club (se celebraba en 2002) priorizó su interés. Se fijaron para julio de ese mismo año, pero la bomba explotó antes de tiempo: en la boda de su hija Mari Luz (Malula como era conocida en el ámbito familiar) con Míchel Salgado, jugador de la plantilla, José Ramón de la Morena confirmó que Florentino Pérez, su rival en los comicios blancos, tenía apalabrado el fichaje de Luis Figo por 60 millones de euros (10.000 millones de pesetas, su cláusula de rescisión). Ganó éste con 16.469 votos a su favor por 13.302 de Sanz. Hubo además, 2.796 votos anulados, 344 nulos y 205 en blanco. El 16 de julio Sanz abandonaba la presidencia del club madridista. Sanz volvió a su asiento en el estadio Bernabéu, hasta que hace unos años, Florentino le invitó al palco, del que se convirtió en un asiduo. Descanse en paz.