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REAL ZARAGOZA / HISTORIAS DE SEGUNDA (IV)

Éstos eran los ‘Alifantes’

Hasta la aparición de los ‘Magníficos’ no hubo una generación más admirada entre el zaragocismo que el equipo que ascendió a Primera División en 1936.

Zaragoza
Caricatura de los 'Alifantes': Tomás, Ruiz, Ameztoy, Municha, Ortúzar, Olivares, Pelayo, Primo, Alonso, Gómez, Lerín y el niño mascota Santos Pina.

Hasta la aparición de los ‘Magníficos’ no hubo una generación más admirada entre el zaragocismo que los ‘Alifantes’, un ejemplo de pundonor, de hombría y de corazón en defensa de unos colores y cuya alineación se recitó durante muchos años de memoria: Lerín; Gómez, Alonso; Pelayo, Municha, Ortúzar; Ruiz, Ameztoy, Olivares, Tomás y Primo. Pero a estos once futbolistas hay que añadir sus suplentes, que también aportaron su granito de arena. Éstos fueron los 18 jugadores que llevaron por primera vez al Zaragoza el 19 de abril de 1936 a Primera División.

LERÍN (Portero)

Andrés Lerín Bayona nació en Jaurrieta (Navarra) el 7 de diciembre de 1913. Portero. Hijo de carabinero, su familia se trasladó enseguida a Tudela y comenzó a jugar al fútbol con 13 años en el infantil del Tudelano. Dos años después, en 1928, su padre fue destinado esta vez a Zaragoza y Lerín se enroló en el Escoriaza infantil mientras trabajaba como panadero. Su valentía y su impresionante fortaleza física para la época (medía 1,85 y pesaba 90 kilos cuando la estatura media de los hombres en España en 1935 era de 1,69) no pasaron desapercibidas en la capital aragonesa y en 1929 pasó a defender la portería del club representativo del barrio del Arrabal, el Club Deportivo Español, con el que conquistó el Campeonato de Aragón de Segunda Categoría. Gran admirador de Jaumadréu, se colocaba siempre en Torrero detrás de la portería del Iberia y se empapaba de todos los detalles del juego de aquel gran guardameta catalán que fue figura cumbre en el fútbol aragonés de los años 20. Lerín se forjó a imagen y semejanza de Jaime Jaumandréu y calcó su estilo: serio, sobrio y seguro, sin adornos ni efectismos.

En 1931 Lerín fichó por el Zaragoza C.D., pero tras la rápida desaparición del club ‘tomate’, regresó en diciembre al Español. En julio de 1932 se incorporó al nuevo Zaragoza F.C., donde se convertiría en uno de sus grandes mitos. Debutó con el Zaragoza el 13 de noviembre de 1932 en el Stadium Gal de Irún, al sustituir en el minuto 72 al portero titular Julián Osés, lesionado en un choque con Elícegui tras encajar el séptimo gol del Real Unión. Su actuación fue muy notable y se hizo ya indiscutible en la portería del Zaragoza. Era el gran ídolo de Torrero y uno de los pilares fundamentales del equipo aragonés.

El entrenador portugués Filipe dos Santos estuvo a punto de reconvertirlo en medio centro, pero ‘El Brozas’, como le llamaban sus compañeros, había nacido para ser portero. Sus manos amplias y vigorosas fueron un seguro de vida para ‘Los Alifantes’. Era sereno, valiente y magnífico en las salidas y el blocaje. En 1935 estaba considerado el quinto mejor portero de España, por detrás de Zamora (Madrid), Eizaguirre (Sevilla), Blasco (Athletic de Bilbao) y Urquiaga (Betis).

Disputó 21 partidos en el campeonato de Liga de Segunda División 1935-36.

INCHAUSTI (Portero)

Mario Inchausti Goitía nació en Caibarién (Cuba) el 3 de junio de 1915. Portero. Sus padres eran de Baquio (Vizcaya). Desde los 10 años toda su familia regresó a España e ingresó en los Jesuitas de Orduña, donde empezó a jugar al fútbol. En septiembre de 1933 se matriculó en la Facultad de Medicina de Zaragoza y comenzó a jugar en The Athizo, el equipo de la Facultad antes de saltar en la campaña 1934-35 al Zaragoza amateur. Fue junto a Ramos, Ordorica y Olivares una de las cuatro altas de la temporada 1935-36. Portero sobrio y poderoso en el juego aéreo, cumplió con creces en su papel de suplente de Lerín.

Disputó 3 partidos en el campeonato de Liga de Segunda División 1935-36.

GÓMEZ (Defensa derecha)

Prudencio Gómez García nació en Zaragoza el 28 de abril de 1905. Defensa derecha. Duro, expeditivo y de un entusiasmo formidable. Y muy alto. Altísimo para la época. Apodado ‘La Telefónica’, por su 1.87 de estatura. Y también ‘Punteras’, por sus famosos despejes sin contemplaciones. Comenzó a jugar al fútbol con 15 años en el Europa de Zaragoza. De allí saltó al San Juan de los Panetes. Y en 1922-23 a la Unión Sportiva Aragón, dos temporadas antes de que este modesto club se fusionara con el no menos modesto Club Deportivo Patria dando origen el 9 de agosto de 1924 al Club Patria-Aragón, el tercero en discordia durante los años de lucha encarnizada entre ‘avispas’ y ‘tomates’. En el Patria se mantuvo Gómez seis campañas, como titular y capitán, hasta la disolución de la sociedad amparada por el Círculo Tradicionalista de Aragón al término de la 1930-31. Fichó entonces por el Zaragoza Club Deportivo y cuando el club ‘tomate’ fue dado de baja por la Federación Española el 2 de diciembre de 1931, se insertó en el Arenas de Zaragoza. En julio de 1932 se incorporó al Zaragoza Fútbol Club, como suplente de los hermanos Chacártegui (Juan y Domingo). Debutó con el Zaragoza el 9 de octubre de 1932, en Torrero y frente al Tolosa, en partido del Mancomunado Guipúzcoa-Navarra-Aragón. Pero hasta la temporada 1934-35 no se confirmó como titular. Era, con 30 años, el más veterano de ‘Los Alifantes’.

Disputó 20 partidos en el campeonato de Liga de Segunda División 1935-36.

ALONSO (defensa izquierda)

Pedro Macario Alonso Galguera nació en Torrelavega (Cantabria) el 2 de enero de 1914. Defensa izquierda. También de gran estatura, aunque no tan alto como Gómez. Ágil, seguro, enérgico y muy temperamental. De fácil despeje y de aceptable técnica para su época. Empezó jugando en el Deportivo Torrelavega, club que se consideraba el sucesor de la Real Sociedad Gimnástica de Torrelavega, que se había disuelto en 1930 por problemas con la Federación Española. En el club del Besaya llamó muy pronto la atención y pasó al Madrid en el verano de 1934. A Chamartín llegó muy joven y se encontró, además, con dos obstáculos infranqueables, los defensas internacionales y mundialistas Ciriaco y Quincoces. El 11 de enero de 1935 fichó por el Zaragoza, a cambio de 4.000 pesetas de traspaso, y debutó dos días después, en la Creu Alta de Sabadell, en partido de Liga de Segunda División. Apodado ‘Vacucas’, por su origen cántabro, era el mejor defensa del Zaragoza.

Disputó 22 partidos en el campeonato de Liga de Segunda División 1935-36.

URIARTE (Defensa derecha)

Julio Uriarte García nació en Catabuig, Isla de Samar (Filipinas) el 16 de diciembre de 1914. Defensa derecha. Correoso, muy disciplinado y valiente. También de gran despeje. De padres vascos, tenía doble nacionalidad: española y filipina. Comenzó a jugar al fútbol en el Amorebieta (1929-30) antes de saltar al Fortuna de Tolosa (1930-31). En septiembre de 1931 vino a Zaragoza a estudiar Químicas y enseguida se enroló como defensa en el Aragón Sport Club. Luego pasó al Amistad y a mitad de la campaña 1933-34, al Zaragoza aficionado. Debutó con el primer equipo del Zaragoza el 11 de noviembre de 1934 en Valladolid, en partido del Mancomunado Castilla-Cantabria-Aragón. Era el suplente de Gómez. Acaba de firmar su primer contrato profesional con el Zaragoza.

Disputó 5 partidos en el campeonato de Liga de Segunda División 1935-36.

PELAYO (Medio derecha)

Pelayo García Sancho nació en Logroño el 25 de marzo de 1911. Medio derecha. El coraje y la furia hechos futbolista. Un pulmón inagotable. Pundonoroso y muy fogoso. De escasa técnica, pero marcador implacable. Comenzó a jugar al fútbol con 17 años en el Rayo de Logroño. En 1929-30 firmó licencia profesional por el Club Deportivo Logroño, en el que permaneció cinco temporadas. En el verano de 1934, el Zaragoza y el Athletic de Madrid se disputaron su fichaje, pero acabó recalando en Torrero. Debutó con el Zaragoza el 2 de septiembre de 1934, precisamente en Las Gaunas, en partido del Mancomunado Castilla-Cantabria-Aragón frente al Deportivo Logroño (4-3). Formaba junto a Municha y Ortúzar una gran línea media. Disputó 23 partidos en el campeonato de Liga de Segunda División 1935-36.

MUNICHA (Medio centro)

Sebastián Municha Uberuaga nació en Yurreta (Vizcaya) el 12 de mayo de 1909. Medio centro. De grandes condiciones físicas, de empuje arrollador y de un temple de hierro. Inagotable, disciplinado y peleón. Superaba el 1.80 de altura y era un valladar en el juego aéreo. Comenzó a jugar al fútbol con 17 años en el Mallabiena de Yurreta. En 1928-29 fichó por la Cultural de Durango, donde permaneció cuatro temporadas y media. En los primeros días de 1933 se incorporó al Zaragoza, y debutó el 15 de enero de 1933 en el campo de Villa Isabel de Huesca, en encuentro de la Tercera División. Enseguida se hizo indiscutible. El Valencia llamó a su puerta en el verano de 1934 con una gran oferta, pero Municha acabó renovando por el Zaragoza para alivio de todos. Apodado ‘Frailón’ por sus compañeros por su carácter reservado. Era el capitán de ‘Los Alifantes’ y uno de los mayores símbolos de aquel equipo, junto a Lerín y Olivares.

Disputó 24 partidos en el campeonato de Liga de Segunda División 1935-36.

ORTÚZAR (Medio izquierda)

Vicente Ortúzar Fernández nació en Amorebieta (Vizcaya) el 4 de octubre de 1915. Medio izquierda. Dotado de una inteligencia natural para el fútbol y de una notable técnica para la época. Zurdo. Sobrepasaba también el 1.80. Era el futbolista creativo de la línea media. Un consumado regateador, algo que exasperaba en ocasiones al público de Torrero, buen pasador y con disparo desde media distancia. Con 16 años ya era titular indiscutible en el Amorebieta. El Zaragoza lo fichó en el verano de 1933 y lo hizo debutar cuando aún no había cumplido 17 años: el 24 de septiembre de 1933, en el campo de Berazubi, en partido frente al Tolosa (0-3) del Mancomunado Guipúzcoa-Navarra-Aragón. Esa primera temporada apenas jugó nueve partidos, porque Rioja le cerraba la titularidad, pero en la campaña 1934-35 Ortúzar se consagró por completo. El Athletic de Madrid quiso ficharlo, pero acabó renovando por el Zaragoza. Apodado ‘Chulipandis’, era el segundo más joven de ‘Los Alifantes’, tras Ameztoy.

Disputó 22 partidos en el campeonato de Liga de Segunda División 1935-36.

La orla conmemorativa del ascenso de 1936. Fila superior: Primo, Ameztoy, Olivares, Tomás y Ruiz. Fila central: Alonso, Ortúzar, Municha, Pelayo y Gómez. Fila inferior: Lerín, Uriarte, Inchausti y Bilbao.
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La orla conmemorativa del ascenso de 1936. Fila superior: Primo, Ameztoy, Olivares, Tomás y Ruiz. Fila central: Alonso, Ortúzar, Municha, Pelayo y Gómez. Fila inferior: Lerín, Uriarte, Inchausti y Bilbao.

RAMOS (Medio centro)

Jesús Ramos Guinea nació en Miranda de Ebro (Burgos) el 31 de marzo de 1916. Medio centro y medio ala. Alto y fuerte. Desde los dos años vivía con su familia en Zaragoza, por lo que siempre se consideró aragonés. Aprendiz de peluquero, comenzó a jugar en Español de Zaragoza ante de saltar al Amistad en la temporada 1934-35, donde destacó muchísimo. El 15 de julio de 1935 firmó licencia ‘amateur’ por el Zaragoza. Apodado 'Pocholo', era una apuesta personal del director técnico José María Gayarre, que veía en Ramos condiciones para poder suplir ocasionalmente a Municha.

Disputó un partido en el campeonato de Liga de Segunda División 1935-36.

RUIZ (Extremo derecha)

Juan Ruiz Cambra nació en Bilbao (Vizcaya) el 8 de febrero de 1914. Extremo derecha. Comenzó a jugar al fútbol con 14 años en el Begoña de Bilbao, de donde pasó en 1930-31 al Zorroza, también de la regional vizcaína. Allí coincidió con grandes jugadores, como Urquiaga o Cilaurren, y despertó el interés del Athletic de Bilbao, que le ofreció un contrato profesional. Pero sería el Zaragoza el que conseguiría finalmente su firma, por una prima de fichaje de 2.000 pesetas. Juanito Ruiz le puso al Athletic como condición que también incorporara a su compañero en el ala derecha del Zorroza, Luis Esteban, y eso imposibilitó el trato. El Zaragoza, sí aceptó: fichó a los dos y además les pagó la cuota para reducir de un año a seis meses la duración de su Servicio Militar. Esteban jugó sólo una temporada, la 1932-33, la primera del club, porque una grave lesión de rodilla menguó muchísimo su rendimiento. Pero Juanito Ruiz hizo historia en la banda derecha de Torrero. El Athletic de Bilbao aún vendría a buscarlo en el verano de 1934 para suplir la marcha del internacional Lafuente al Athletic de Madrid, pero el director técnico José María Gayarre zanjó así la cuestión con el presidente rojiblanco José María Olabarría: “Tendréis que vender Altos Hornos para llevároslo”. Juanito Ruiz, apodado ‘El Señorito’, debutó con el Zaragoza el 25 de septiembre de 1932, en Torrero, en partido frente al Donostia del Mancomunado Guipúzcoa-Navarra-Aragón (1-3), precisamente el primer encuentro oficial de la historia del club. Rápido, elegante y muy habilidoso. Sus medidos centros ‘de rosca’ se hicieron famosos en Torrero.

Disputó 24 partidos y marcó 7 goles en el campeonato de Liga de Segunda División 1935-36.

AMEZTOY (Interior derecha)

Gregorio Ameztoy Querejeta nació en La Carlota (Filipinas) el 15 de mayo de 1916. De padres vascos, originarios de Cestona (Guipúzcoa). Como Uriarte, al que conocía desde niño en Filipinas, tenía la doble nacionalidad: española y filipina. Interior derecha. De pequeña estatura y de físico frágil, pero dotado de una calidad técnica excepcional. Tenía una pierna derecha sencillamente prodigiosa. Inteligente y muy habilidoso, se entendía a las mil maravillas con Juanito Ruiz. Incomprendido muchas veces por el público de Torrero, que le recriminaba su frialdad y la falta de ese temperamento racial que tenían la mayoría de sus compañeros y que era común a los jugadores vascos, fue otra apuesta de José María Gayarre. Quizá la más decidida.

Ameztoy vino con 16 años a Zaragoza a estudiar Medicina y se insertó en el Amistad. El Zaragoza lo fichó como ‘amateur’ en enero de 1934 y lo hizo debutar el 14 de enero de 1934 en Cartagena, en partido de Liga de Tercera División. Fue ‘amateur’ hasta la temporada 1935-36.

Disputó 23 partidos y marcó 7 goles en el campeonato de Liga de Segunda División 1935-36.

OLIVARES (Delantero centro)

Manuel Olivares Lapeña nació en Son Servera (Mallorca) el 2 de abril de 1909. 1.79 de estatura. Apodado ‘Negro’ o ‘Chipirón’, por el color moreno de su piel. Delantero centro de una calidad notabilísima. Fino y hasta artista. Manejaba las dos piernas y poseía un gran remate de cabeza; fueron famosos sus goles de coronilla despistando a los porteros. Muy técnico para su época. Velocísimo y driblador. No era un rematador puro como los delanteros centro de los años 30 y le gustaba mover toda la delantera. Cuando contaba dos años de edad, su familia emigró a Guipúzcoa, debido a que su padre, carabinero, fue destinado a Fuenterrabía, cerca de la frontera de Irún. Y en San Sebastián comenzó a jugar al fútbol con 14 años en el Avión mientras trabajaba como hojalatero en el servicio municipal del Ayuntamiento de San Sebastián. En el verano de 1928 ingresó en el Deportivo Alavés, donde cobraba 450 pesetas mensuales más la pensión. Tres años después pasó al Madrid, junto a Ciríaco y Quincoces, a cambio de 13.000 pesetas de prima de fichaje. Con el Madrid conquistó dos Ligas (1931-32 y 1932-33), una Copa (1934) y tres Campeonatos Mancomunados (1931-32, 1932-33 y 1933-34), además de convertirse en máximo goleador en Primera División en 1932-33, con 16 goles, y de vestir en un partido la camiseta de la selección española frente a Checoslovaquia en Praga. De juego científico y algo indolente y pasivo, lo que hizo circular la especie de que jugaba cuando quería, el Madrid le relevó por el impetuoso y acometedor Sañudo, traspasándolo al Donostia, nueva denominación republicana de la Real Sociedad, hasta que en 1935-36 recaló en el Zaragoza de los ‘Alifantes’ por 5.000 pesetas de traspaso. Lideró al equipo aragonés hacia la Primera División e incluso se hizo cargo del banquillo el 27 de febrero de 1936 cuando el entrenador José Planas abandonó Torrero antes de comenzar la liguilla de ascenso.

Disputó 21 partidos y marcó 17 goles en el campeonato de Liga de Segunda División 1935-36.

TOMÁS (Interior izquierda)

Tomás Arnanz Arribas nació en Villanueva de las Carretas (Burgos) el 29 de diciembre de 1910. Pese a su origen castellano (sus padres eran vallisoletanos) o haber pasado parte de su infancia en Orduña (Vizcaya), siempre se consideró aragonés. Hijo de ferroviario, a su padre le trasladaron en 1920 a la capital aragonesa, por lo que Tomás fue tenido por todos como un zaragozano más. Para el fútbol empezó siendo Tomasín. Con 12 años asistió invitado junto a sus compañeros de clase del colegio de los Padres Escolapios a la inauguración oficial del campo de Torrero, el 7 de octubre de 1923, y desde ese día se convirtió en un incondicional del Iberia Sport Club. En 1925 ya jugaba en el infantil del equipo ‘avispa’. Y su sueño de vestir la camiseta gualdinegra se haría realidad muy pronto. En 1926 comenzó a jugar de delantero centro y a marcar goles en el Aragón SC, un modesto club de Zaragoza, al que daban apoyo los jugadores profesionales ‘avispas’ Jaumandréu y Sauca. En realidad, el Aragón era un filial encubierto del Iberia, una especie de vivero de jóvenes promesas. Y así, junto a Tomasín, se alineaban otros que también darían el salto, como Pascual Salas, Modesto Arilla o Emiliano Cubas. Tomasín fue el primero de los cuatro en fichar. Al entrenador húngaro Karoly Plattkó, hermano del mítico portero del Barcelona Ferenc Plattkó al que Rafael Alberti dedicó una célebre oda, le llamaron la atención enseguida las cualidades del joven jugador: era fuerte, agresivo y valiente. Era la furia. Y tenía una especial relación con el gol. En 1928, con 17 años, se incorporó al primer equipo del Iberia. Ese curso no disputó ningún partido oficial, pero pudo foguearse en los amistosos y en los entrenamientos, y muy pronto se abrió paso. El gran José María Zorrozúa, probablemente el mejor jugador ‘avispa’ de la historia, era el delantero centro indiscutible, y Tomasín tuvo que incrustarse en la delantera como interior. En aquella temporada 1928-29, la del estreno liguero, disputó 28 partidos oficiales, entre el Torneo de Clasificación para Primera División, el Campeonato de Liga de Segunda División, el Campeonato de Aragón y el de España. Y marcó 13 goles. Se había convertido en un jugador importante en un equipo que había acariciado el ascenso a Primera.

Tomasín se hizo cada día más indiscutible. Y pronto firmó su primer contrato profesional: 350 pesetas al mes de sueldo, una pequeña fortuna para un chico de 18 años. En el Iberia permaneció como titular dos temporadas y media más, hasta la autodisolución del club ‘avispa’, o mejor dicho, hasta su cambio de nombre por el de Zaragoza Fútbol Club, el 18 de marzo de 1932. No, no se trató de una fusión con el Zaragoza C.D. (ya había perdido su título de real). Fue sencillamente la creación de un nuevo club, el actual Real Zaragoza, que, a excepción del nombre, el escudo y la camiseta, era el Iberia entero. Y, por supuesto, sus derechos federativos. En el Iberia Tomasín jugó 95 partidos oficiales, marcó 33 goles y ganó cuatro campeonatos de Aragón (1927-28, 1928-29, 1929-30 y 1930-31), pero también conoció la amargura del descenso a Tercera. En el Zaragoza, curiosamente, ya siempre como Tomás, lo conocería todo.

Fue el primer capitán del Zaragoza, un galardón que perdería un año después por un pecado de juventud: veía a su amigo Pascual Salas triunfar en el Barcelona y creyó que había llegado el momento de seguirle los pasos. Después de pedir la baja reiteradamente, cogió el primer tren a la Ciudad Condal. Después de entrenarse varios días en Las Corts y hasta de anunciarse su fichaje, no obtuvo la carta de libertad del Zaragoza y no tuvo más remedio que regresar a casa y pedir su reingreso voluntario en el club. La directiva aceptó su petición sin mucho entusiasmo, pero le dio la capitanía de ‘Los Alifantes’ a Sebastián Municha. Su apodo era ‘Zamarras’, por su costumbre de vestir siempre con una cazadora de cuero.

Disputó 21 partidos y marcó 17 goles en el campeonato de Liga de Segunda División 1935-36.

PRIMO (Extremo izquierda)

Primitivo Villacampa Viscasillas nació en Lascellas (Huesca) el 2 de julio de 1913. Extremo izquierda. Zurdo cerrado. Rápido, potente y con un gran disparo, además de un formidable cabeceador para ser un extremo. Verdadero especialista en marcar goles de córner directo. Se inició en el fútbol en el Huesca antes de firmar por el Zaragoza en la temporada 1933-34. Llegó como medio centro, pero el técnico Paco González lo ubicó como extremo izquierda, dándole un nueva dimensión a sus fútbol.

Disputó 22 partidos y marcó 5 goles en el campeonato de Liga de Segunda División 1935-36.

BILBAO (Interior derecha)

Víctor Bilbao Iturbe nació en Castillo y Elejabeitia (Vizcaya) el 26 de febrero de 1913. Interior derecha. Rápido, bullicioso, valiente y con gran movilidad. De potente disparo y con buenos registros goleadores, fue un notable suplente de los interiores Ameztoy y Tomás. Se inició en el fútbol en el Yurre y en Arenas de Guecho ‘amateur’ antes de insertarse en el Zaragoza aficionado en 1932 cuando vino a la capital aragonesa a estudiar Veterinaria.

Disputó 7 partidos en el campeonato de Liga de Segunda División 1935-36.

ESCUER (Interior izquierda)

Jesús Escuer Ruiz nació en Zaragoza el 25 de diciembre de 1911. Interior izquierda. Valiente y acometedor, pero algo justo de técnica. Se inició en el fútbol en el Arenas de Zaragoza en la temporada 1928-29 e ingresó en el Zaragoza el 18 de noviembre de 1934.

No disputó ningún partido en el campeonato de Liga de Segunda División 1935-36.

JUAN TOMÁS (Interior y extremo izquierda)

Juan Tomás Garcías. Interior y extremo izquierda. De gran calidad técnica y fuerte disparo, pero poco esforzado y hasta indolente. Tras jugar en el Lluchmayor y el Alfonso XIII, nombre original del Mallorca hasta la proclamación de la II República, vino a Zaragoza a estudiar la carrera de Veterinaria y firmó en 1931-32 por el Amistad antes de saltar en 1934-35 al Zaragoza.

Disputó un partido en el campeonato de Liga de Segunda División 1935-36.

ORDORICA (Extremo izquierda)

Mauro Marco Ordorica Barrenechea nació en Mundaca (Vizcaya) el 5 de enero de 1917. Extremo izquierda. Zurdo, veloz y buen centrador. Tras jugar en el equipo ‘amateur’ del Athletic de Bilbao vino a Zaragoza a estudiar Medicina y fue captado en 1934 por el Zaragoza aficionado. Fue el único jugador del Zaragoza fallecido en combate en la Guerra Civil.

Disputó un partido en el campeonato de Liga de Segunda División 1935-36.