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REAL MADRID

La relación entre Kroos y Zidane se enfría peligrosamente

El centrocampista alemán ha pasado de intocable a irse al banquillo al descanso del último derbi, ser suplente en la ida contra el Manchester City y ser cambiado contra el Betis.

La cara de Kroos al ser sustituido en el Villamarín, en el minuto 69 y con 1-1, fue un poema y no de Goethe. El centrocampista alemán ha pasado de intocable a irse al banquillo al descanso del último derbi, ser suplente en la ida contra el Manchester City y tener que dejar su puesto en Heliópolis cuando al Madrid se le evaporaba el liderato. Se marchó al banquillo extremadamente serio y sin generar contacto visual con Zidane siquiera...

El origen está en el derbi del pasado 1 de febrero en el Bernabéu. Hubo un roce entre ambos cuando el técnico le dio instrucciones al alemán en la primera mitad y el futbolista le replicó. En el descanso, Zizou movió fichas drásticamente. Kroos se quedó en la caseta y su lugar lo ocupó Vinicius. También hizo lo propio con Isco, al que reemplazó Lucas Vázquez. Una decisión que casi obligó a Zizou a justificarse luego ante la Prensa: "No me gusta hacer cambios al descanso porque es señalar a Isco y Kroos, que están trabajando muy bien. Podían haber sido otros...".

El caso es que con el centrocampista teutón empieza a detectarse un patrón. Contra el City, 25 días después de la sustitución frente al Atlético, la sorpresa fue que Kroos no fue titular. No era suplente en Champions en un partido con algo en juego desde el 6 de marzo de 2018, en la vuelta de octavos contra el PSG y porque venía de una lesión. En el 1-2 contra el City, no salió ni un minuto y, en cambio, dejó una imagen más que llamativa. Tras el partido, un periodista 'cazó' a Kroos departiendo con Guardiola en un pasillo del estadio madridista...

Además, tanto en el derbi como en la derrota contra el Betis, Kroos estaba coincidiendo con Modric en el once. Las dos veces, fue él y no el croata el sacrificado cuando el marsellés decidió quitar un centrocampista creativo para agitar el ataque blanco. Tres episodios entre Zidane y Kroos, el cerebro del equipo, en menos de mes y medio... Evidencias de una relación que se ha enfriado peligrosamente.