Sin Champions, sin Fallas
Partido muy extraño en el que se escucharon todas las arengas de los jugadores y cánticos enlatados. Noche negra en Valencia, que no celebrará las fallas.
Noche negra.
La noche del 10 de marzo de 2020 será recordado por la que fueron aplazadas las Fallas en Valencia. Unos minutos antes, Diakhaby había enterrado las posibilidades del Valencia del remontar una eliminatoria que traía casi imposible de Milán. El equipo de Celades necesitaba marcar tres goles. Era posible. Y lo fue. Lo malo es que encajó cuatro, todos de ese animal competitivo que es Ilicic. Adiós a la Champions. Ahora la única misión es que sea solo por unos meses. El cuarto puesto, si el coronavirus deja que el campeonato siga su curso, es el único objetivo.
"¡Lo paras, lo paras!".
Fue el grito de Gayà y se dirigía a Cillessen, cuando Ilicic enfilaba la carrerilla para lanzar el segundo penalti. No lo paró. Fue uno de los muchos gritos que se escucharon durante un partido en que no hubo público. Sólo 250 personas accedieron a Mestalla. "¡Vamos, vamos...!", fue la arenga valencianista antes de empezar. Se oía todo, algo imposible con el estadio lleno. "¡Kondo, fuerte!", "Abre Coque"... "¡Cabeza, Diakha...! No la tuvo. Incluso las explicaciones del árbitro en los córners se escucharon: "No tocad al portero, por favor", "Cuidado con las manos", comentaba el colegiado a los futbolistas.
Cánticos enlatados.
Con la que está cayendo por todos lados, quizá esto sea cuestión menor. Pero tiene su aquel que el Valencia intentara calentar el gélido ambiente con cánticos enlatados interpretados por la Curva Nord, ese grupo que daba colorido a los fondos y que ha sido borrado de Mestalla en el último año. Todo muy extraño. Desalentador. Decepcionante.
El sábado, otra vez.
Cuando salió el calendario de LaLiga en verano, el derbi valenciano cayó justo antes de los días grandes de las Fallas. Podría haber sido el oficioso comienzo de las fiestas de la ciudad. "Valencia-Levante y para la Falla... hasta el día 19 por la noche", dijeron muchos. Pero ni Mestalla ni Falla. El coliseo valencianista volverá a estar vacío para el derbi de la ciudad. Otra vez estará desangelado y con dos equipos que deberán apelar a la profesionalidad para disputar un encuentro que no contará con el calor de las aficiones, sólo unos días después de la debacle contra el Atalanta.