Los de Jürgen Klopp no juegan hasta el lunes de la semana que viene, pero antes de saltar al césped en la Premier League, el Manchester City debe jugar dos encuentros decisivos.
El Liverpool está haciendo una temporada para enmarcar.Es líder porque lo ha ganado todo en la Premier League salvo en dos ocasiones. En la primera de ellas empató a uno con el Manchester United en Old Trafford y en la segunda perdió su condición de invicto, ya en la jornada 28, ante el Watford en Vicarage Road, que le ganó por tres goles a cero.
Esos dos tropiezos no empañan el curso de los de Jürgen Klopp, que podrían incluso ganar la liga este sábado sin necesidad de saltar al campo. Y es que a día de hoy suman 82 puntos en 29 partidos, mientras que tras la derrota en el derbi (2-0)el Manchester City suma 57 con un partido menos, ya que este miércoles (11 de marzo) tiene que disputar el encuentro aplazado ante el Arsenal. Esta diferencia tan grande de puntos significa que si el equipo de Pep Guardiola pierde ante los gunners y el sábado hace lo mismo ante el Burnley (14 de marzo), le dará el título automáticamente al Liverpool.
Los reds no juegan hasta el próximo lunes (16 de marzo) ante el Everton, por lo que antes de volver a jugar en la Premier League pueden coronarse como campeones a falta de nueve partidos, gracias a los cuales podrían alcanzar un total de 109 puntos si consiguen ganarlo todo de aquí a que acabe la presente campaña. En cualquier caso, parece que el título ya no se les escapa, por lo que deberán centrarse en remontar el duelo del miércoles (14 de marzo) ante el Atlético de Madrid si quieren seguir teniendo opciones de sumar la Champions League a los ya conseguidos Mundial de Clubes y Supercopa de Europa y al título de liga inglesa que tienen en la palma de la mano.