Reinier pinta su primer cuadro
El brasileño lideró la goleada del Castilla con dos goles y una actuación brillante. Marcaron también Fidalgo y Blanco.
Un triunfo sin demasiada historia, solvente en fondo y forma y que relanza al Castilla en su pelea por el play-off de ascenso a Segunda, dejó una imagen con materia prima para acabar en los libros de historia del club blanco. O no. Dependerá de lo que depare el futuro a Reinier como jugador del Real Madrid, tras firmar el pasado enero con apenas un puñado de partidos en el profesionalismo y a cambio de 30 millones. De momento, el chico cumple con su parte del trato. Ya se estrenó hace dos semanas de blanco ante el Sanse dando una asistencia de tacón; contra el Coruxo, registró su primer gol con la elástica madridista. Y de postre, su primer doblete. Marcar con el filial suena a poca cosa para un fichaje de tantos quilates, pero por algo se empieza.
La de su primer tanto fue una acción útil para entender la estrecha relación que Reinier vive con el gol; no en vano, en el Flamengo firmó, con apenas 17 años, seis dianas en 14 partidos del Brasileirao. Baeza transformó en oro un centro algo pasado de Fran García, llevando el balón hasta el punto de penalti; ahí apareció el brasileño, libre de marca, para remachar con pausa, sin acelerones. Ya en la prolongación final, se daría el gusto de volver a anotar, de nuevo en posiciones de ariete: apareció desde atrás para rematar un buen centro lateral de Marvin. Los dos primeros goles para Reinier, que entre medias dejó un partido notable, desplegando el ataque blanco desde la mediapunta y aportando ante todo velocidad. Al primer toque se vive mejor y eso Reinier lo sabe.
Encaminó pronto el Castilla de Raúl su triunfo ante uno de los equipos punteros del Grupo 1 de Segunda B; tras el primer tanto de Reinier, el árbitro sancionó una clara mano de Yebra en el área y Fidalgo hizo el segundo. Lo abultado del marcador puede sugerir un paseo, pero el Castilla tuvo que superar no pocos obstáculos; lo hizo, sobre todo, gracias a un ejercicio defensivo muy notable (en el primer minuto, Javi Hernández desvió el que apuntaba a ser el 0-1) y a un Altube iluminado para frenar a Añón en la más clara del Coruxo. El pie del meta deshizo uno de los escasísimos regalos que el filial blanco hizo a los gallegos.
Tras el descanso, el paso de los minutos revitalizó a los de Raúl, que al contragolpe encontraron la tranquilidad: Marc Gual asistió de primeras a Blanco para que el mediocentro hiciese el tercero, con suavidad. El delantero se fue sin marcar, pero una vez más dejó, además de su papel en el 3-0, un incansable trabajo en la presión. Fue un día feliz para el Castilla, para Reinier y para Raúl, que tiene en el brasileño un activo de valor incalculable en su pelea por llevar al filial de nuevo a la categoría de plata del fútbol español.