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BARCELONA

Un Barça sin fondo físico

El desplome azulgrana en la segunda parte recordó al de los últimos 20 minutos en la Supercopa contra el Atlético y pone en cuestión el estado de los jugadores y el plan de trabajo de los técnicos.

El desplome azulgrana en la segunda parte recordó al de los últimos 20 minutos en la Supercopa contra el Atlético y pone en cuestión el estado de los jugadores y el plan de trabajo de los técnicos.

La caída física del Barça en el Bernabéu fue mayúscula. Sólo desde ese desplome puede entenderse la última media hora del campeón, que se cayó a peso y no tuvo una sola respuesta para el arrebato de pasión y corazón del Madrid. Con vistas a lo que queda de temporada, resultó preocupante ver a jugadores clave como Semedo, Jordi Alba, Vidal, Busquets o Messi, desaparecidos en la segunda parte y superados a nivel físico por la intensidad del Madrid. Semedo jugó una segunda parte esperpéntica, Alba sufrió con Valverde, Vidal empezó a ser una máquina de perder balones, Busquets no pudo multiplicarse como en la primera mitad y a Messi le faltó mucha chispa. Tanta que, en la jugada más significativa del partido, Marcelo le ganó el duelo decisivo en una imagen simbólica.

El escenario de la segunda parte, que recordó al de los últimos 20 minutos en Arabia contra el Atlético de Madrid en la semifinal de la Supercopa, alimenta la leyenda instalada hace tiempo en el vestuario del Barça. Un equipo que no se entrena mucho y que no está para aguantar partidos con mucho ritmo. Que se prepara más en términos de autogestión que de dirección desde el banquillo. Y eso tiene sus consecuencias. Fue ponerle corazón el Madrid, meterle un punto más de intensidad, y caer el Barça. El ritmo del equipo es, además, pastoso. Los veteranos de más de 30 años, Piqué Alba, Busquets o Messi, determinan el ritmo de un equipo que en ocasiones deja imágenes esperpénticas cuando De Jong llega al área contraria segundos antes de que el resto y tiene que pararse y volver a empezar al ritmo que le piden los veteranos.

Existen muchas dudas de que el Barça pueda llegar físicamente en condiciones a la parte decisiva de la temporada. De momento, ya está por debajo en LaLiga y le esperan los partidos más duros de la Champions. Es un equipo tremendamente falto de energía y que adormece al que se la quiere poner, como De Jong o el mismo Braithwaite, que después de salir revolucionado y quedarse mano a mano con Courtois en su primer minuto en el campo, no hizo nada más.

Más corto de fútbol que en otras temporadas, el estado físico es la otra gran preocupación del Barça con vistas al último tramo de Liga. Lesionados Suárez y Dembélé, recién salido de una lesión Jordi Alba, flojos físicamente Busquets y Messi, la peor noticia para Setién es que apenas tiene 14 jugadores del primer equipo y que deberá saber cómo manejarlos para no quedarse sin opciones en ninguna competición antes de tiempo. Pero en el club existe la preocupación de que si no se hicieron los deberes en su día, meter cargas de trabajo ahora ya no tiene sentido. El Barça tendrá que afrontar el final de temporada con la base física que se haya trabajado durante el curso. Y no parece como fiarse.