La venta de Antoñín, un respiro colosal para un Málaga feliz sin Al Thani
El Granada hizo lo posible para ser leal con el Málaga. Richard Shaheen, el cabo furrier del sheikh, fue otra rémora. Su cese ha sido un alivio total para el Málaga
El traspaso de Antoñín al Granada tiene una vital importancia para la supervivencia del Málaga, al menos a corto plazo. La operación, como es conocido, se saldó de la siguiente manera: los granadinos pagan 1,5 millones de euros, el jugador firmó contrato hasta 2024 y los de La Rosaleda se reservan un 20% de una posterior venta. Una operación que ha sido posible, fuera de los plazos reglamentarios para transacciones de futbolistas, porque Neyder Lozano sufre una lesión de larga duración y el Granada fue autorizado para sustituirle.
Las claves de ese movimiento, bueno para todas las partes. son las siguientes: el cese de la familia Al Thani como responsables de la gestión del Málaga ha supuesto una bocanada de aires fresco para hacer posible una operación necesaria y que el dinero fuera de verdad para el club y no para los caprichos personales del horroroso presidente/tuitero y sus hijos, ya saben, hoteles, coches o viajes según confirmó un informe policial. En segundo lugar la voluntad del Granada que se propuso siempre ayudar al Málaga y no aprovecharse de su mala realidad presentando una oferta justa. Ni más ni menos. Hay un detalle muy interesante. Neyder Lozano, el lesionado de gravedad, es defensa y Antoñín es delantero. Y por supuesto el deseo del jugador que, pese a ser del Málaga hasta la médula, optó por coger este tren apenas cinco meses después, cuando preparaba su temporada para jugar en Tercera División con el Atlético Malagueño, el filial, mientras esperaba una oportunidad de Víctor Sánchez del Amo para poder, siquiera, entrenarse con el primer equipo. ¡Las vueltas que da la vida!
Pero a todas estas consideraciones debemos añadir un dato de vital importancia. Fuentes próximas a la Asociación de Pequeños Accionistas admitieron, el día 20 de los corrientes en que la jueza decretó la administración judicial del club, que el Málaga apenas dispondría de dinero para ir pagando hasta el mes de abril. Una realidad que hubiera conllevado una situación de extremada gravedad en un final de temporada agónico, con el equipo jugándose el descenso y LaLiga fiscalizando su viabilidad.
El fin del mangoneo de los Al Thani, una singular familia de tuiteros y el cese del siniestro director general Richard Shaheen, a quien el club pagaba un sueldazo de ejecutivo y un elevado alquiler en un piso en zona privilegiada de la ciudad decididos por José María Muñoz, administrador judicial, alivio colosal para el Málaga
El recurso de Al Thani
Los abogados de Abdullah Al Thani ultiman la presentación de su apelación ante la Audiencia de Málaga por la decisión de la jueza de cesar al consejo de administración del club (él y tres de sus hijos) además de haber sido obligados a abonar una fianza de 5,4 millones de euros, el equivalente a todos los préstamos que han pedido al club en plan banco.
La jueza había denegado la petición del jeque de que se le suspendiera la administración judicial. Y ahora, el horroroso presidente/tuitero sigue erre que erre. A lo suyo en su mundo absurdo de Twitter, levitación y misticismo.
