Sterling: "El racismo en el fútbol se ha vuelto algo normal"
En la segunda parte de su charla con AS, Raheem habla de su niñez, marcada por el asesinato de su padre, o las críticas de la Prensa por comprar en Primark.
Raheem Shaquille Sterling (Jamaica, 25 años) habla en esta segunda entrega de su charla sobre el Madrid-City con AS en Mánchester sobre su difícil infancia, su familia, el racismo o las duras críticas de los medios.
¿Por qué lo de "Shaquille" en tu nombre?
Cuando mi madre me estaba poniendo el nombre, mi abuela intentó que fuera ese por Shaquille O'Neal. Mi abuela vivía en Estados Unidos y quería que me llamase como él.
Su padre fue tiroteado en Jamaica cuando usted tenía dos años. ¿Cómo ha influenciado ese suceso su vida?
Es algo difícil siempre que lo recuerdo, pero al mismo tiempo es algo a lo que siempre puedo volver y que me motiva para seguir dándolo todo y seguir luchando por conseguir lo mejor. Con cinco años no sabes lo que está pasando, así que cuando vas creciendo empiezas a hacer preguntas y tu madre te explica todo lo que pasó. Ahí entiendes lo duro que debe de haber sido para ella, mis hermanos y hermanas.
¿Le ayudó el fútbol a superarlo?
El fútbol es una de esas cosas en las que podía distraerme y divertirme, reír, sudar e, independientemente del clima, era algo que podía hacer, amar y apreciar.
¿Cómo era y cómo es Nadine?
Mi madre es la persona que me da la mayor motivación, alguien a quien veo como la definición de trabajo duro. Me ha enseñado a luchar por lo que quiero y por lo que necesito, por lo que es la primera persona que se me ocurre cuando pienso en motivación.
¿Qué le dice ahora que es un jugador top?
Es una influencia vital, especialmente al comienzo de mi carrera, cuando quería que estuviera más cerca del gol. Es algo por lo que siempre solía 'meterme caña'. Es brutalmente honesta conmigo y eso es lo más importante en el fútbol hoy en día, tener personas que te dicen la verdad y no lo que quieres escuchar, que te dicen exactamente las cosas como son. Y eso es lo que hace mi madre.
Usted y su hermana le ayudaron limpiando los baños de los hoteles en los que trabajaba.
Entonces veíamos a nuestra madre trabajando y no veíamos nada raro, formaba parte de nuestra vida cotidiana y tratábamos de hacer su vida lo más fácil posible. Intentamos ayudarla tanto como pudimos.
¿Soñó siquiera entonces con jugar en el Etihad o en Wembley, un estadio muy cercano a la casa de su infancia?
Jugar en esos estadios fue un sueño en mis inicios. Son cosas que sólo puedes soñar, mirar a Wembley y pensar que ojalá un día tengas la oportunidad de jugar ahí. Jugar en Wembley fue mi primer sueño y mi primer amor.
Fue un niño travieso y le pasaron de la escuela normal a la Vernon House Special, en la que había tres profesores para seis chicos. Uno de los maestros, Chris Beschi, le dijo con diez años que si seguía así a los 17 estaría en la cárcel o jugando para Inglaterra. Al final acertó...
No diría exactamente a la cárcel, pero se podía ver con el comportamiento que con el tiempo una cosa lleva a la otra. Aunque en ese momento no estaba en un lugar muy malo, si continúas siendo así, poco a poco, en un par de años, esa es la dirección en la que vas, así que fue un poco una llamada de atención para mí. Pero, lo digo una vez más, tener la oportunidad de jugar al fútbol me ayudó enormemente... Especialmente en Londres, que es un lugar en el que puedes distraerte porque pasan muchas cosas, pero siempre tuve el fútbol para sacarme de problemas y mantenerme como debo.
¿Cuál fue la peor que hizo?
En un partido en el que me expulsaron, estuve tirando piedras al campo y no jugué en un par de semanas. Definitivamente, creo que esa fue la peor.
He leído muchas cosas, así que… ¿Cuántos hijos tiene?
Esa es una de las cosas de las que la gente suele especular, pero tengo una hija y dos hijos.
¿Qué representan en su vida y en su carrera?
El fútbol ocupa muchísimo de tu vida, pero al final del día, cuando las cosas se ponen difíciles o duras, ellos son los que te hacen feliz. Ver a tus hijos es posiblemente la parte más importante de tu día. Dejan a un lado todo lo que está pasando afuera y puedes bloquearlo, así que cuando te vas a casa todo parece perfecto. Ahora mi hijo Thiago tiene tres años y cuando termino un partido y no marco me lo dice y explica exactamente quién lo ha hecho, así que tengo que asegurarme de marcar porque si no mi hijo me lo recordará durante las siguientes cuatro horas.
La niña es fan del Liverpool y de Salah.
(Risas). Tiene mi personalidad y le gusta bromear y cantarme las canciones de Mo Salah. Sabe la rivalidad que hay entre el Liverpool y el City, así que siempre está cantando sus canciones e intentando picarme, pero es porque es su personalidad.
Ha mostrado un gran compromiso en la lucha contra el racismo, algo que ha sufrido desde las gradas e incluso los medios. ¿Es algo a lo que hasta se ha acostumbrado?
Sí, hoy en día es una de esas cosas que se ha vuelto normal en el fútbol. Es más que normal ahora ver a un jugador salirse del campo. Es triste verlo, pero es algo que no creo que se esté tomando lo suficientemente en serio. La gente dice que sí, pero se puede ver cada mes, es lo mismo en todos los lados. Creo que si se tratara de otros temas, como personas hablando sobre la sexualidad de otros, se tomaría mucho más en serio que si se habla del color de la piel de alguien.
Ha sido criticado incluso por comprar en Primark…
Exacto, pero el problema no es que compre en Primark, sino que no puedes dejar que todo el mundo sepa lo que gano y diga que no me está permitido comprar donde quiero porque gano eso. Les sorprende y se ponen a hablar de dónde compro.