El día que Semedo vivió lo mismo que Marega en Guimarães
El lateral lo contó en el diario luso Público. "Si me pasara hoy, haría lo mismo que Marega. Fue muy valiente por abandonar el campo", aseguró.
Nelson Semedo reconoció en el diario portugués Público que durante su etapa en el Benfica sufrió un episodio similar de racismo al que Moussa Marega pasó este fin de semana en el partido entre Vitoria Guimarães y Oporto en el Estadio D. Afonso Henriques. El delantero quiso abandonar el campo después de sufrir insultos racistas por parte de los aficionados locales y fue sustituido por Conceicao, que decidió sacarle del campo.
En este diario, Semedo apoyó el intento de abandonar el césped de su compañero y asegura que, a día de hoy, él actuaría igual. No sucedió lo mismo en 2017, cuando le tocó visitar este estadio contra el Benfica e incluso vio la amarilla por reaccionar con un gesto que afeaba la actitud de los aficionados hacia el banquillo del conjunto rival. "Hoy habría actuado de manera diferente. En ese momento no era tan maduro. Si me sucediera hoy, habría hecho exactamente lo que hizo Marega: marcharme del campo", reconoce.
"Lo que sucedió en Guimarães es lamentable. En el fútbol, como en la vida no hay lugar para el racismo. Marega fue muy valiente por abandonar el partido. Es un problema a nivel mundial y cada día más común por falta de castigo o porque el castigo ha sido leve por parte de UEFA o las federaciones", asegura Semedo en apoyo a la actuación del jugador del Oporto y pidiendo penas mayores para los agresores.
En 2017, cuando él jugó y sufrió algo parecido con el Benfica, desvela que se sintió apoyado por su club pero no así por la sociedad y la prensa portuguesa, que este lunes en sus portadas defendió de manera unánime la actuación del jugador del Oporto. "Me sentí muy apoyado por mis compañeros y por el Benfica pero no tanto por la opinión pública. Recuerdo haber leído un artículo en el que criticaban mi gesto diciendo que el cliente (el aficionado que paga entrada) siempre tiene la razón y que la única interacción que está permitida de un jugador hacia un aficionado es el aplauso. No esperarían que aplaudiera un acto de racismo...", confesó.
Como solución, Semedo pide una mejora del protocolo arbitral para estas situaciones y una actuación más tajante por parte de los colegiados. "La primera persona en reaccionar en este tipo de situación tiene que ser el árbitro. Lo que tendría que hacer, en mi opinión, es suspender el partido y no esperar a que un jugador sufra tanto que tenga que abandonar el campo", sentenció.