Suso rescata un punto para el Sevilla con otro lío del VAR
El Espanyol sobrevivió con 10 jugadores en la segunda mitad y acarició la victoria en un frustrado Sánchez Pizjuán.
Sevilla y Espanyol empataron a dos goles en un duelo que dejó una conclusión para cada equipo y otra para LaLiga en general. Para los locales quedó claro que Suso ha venido para ser protagonista y que está dispuesto a tirar del carro tras la dimisión de las supuestas figuras del equipo. Para el Espanyol, que hay vida más allá de Raúl de Tomás puesto que Abelardo tiene trazado un plan que debe llevar a la permanencia a final de temporada. Y para el mundo del fútbol, que hay supuestos de decisiones tomadas tras consultar el VAR que no han debido ser explicados como es debido a los protagonistas de este invento llamado fútbol.
Porque el partido quedó marcado por la acción del 1-1 del Espanyol. Cordero Vega se había tragado una clara falta de Sergi Gómez a Calleri susceptible de ser roja directa. González González instó a su compañero a revisar la jugada por si consideraba que debía ser falta y roja. El árbitro fue al monitor y decidió pitar falta pero no expulsar a Sergi Gómez, sino sacarle amarilla. Los jugadores del Espanyol no se explicaban por qué no era expulsado el defensa del Sevilla, mientras que los locales tampoco entendían que el árbitro tirara por un camino del medio nunca explorado hasta la fecha. Se constata que el VAR sólo entra en jugadas blancas o negras, como era la falta y expulsión de Sergi Gómez, del mismo modo que, al parecer, los árbitros sí pueden hacer uso de la gama de grises.
La falta se resolvió con el gol de Embarba que igualaba el marcado por Ocampos al cuarto de hora. El argentino cabeceó un magnífico pase de Suso que evidenció que la conexión de ex milanistas puede darle mucho al equipo sevillista. Sin embargo, los de Lopetegui se borraron del partido y el Espanyol adelantó su presión, encontrando el justo premio del empate y el de adelantarse en el marcador nada más comenzar la segunda parte. Wu Lei aprovechó una dejada de Calleri y, sobre todo, el enésimo error en cadena de la zaga sevillista para poner por delante a los periquitos.
Quemó las naves el Sevilla que encontró la salida a su ofuscación gracias a la doble amarilla de Víctor Sánchez. Fue la zurda de Suso con un gran disparo desde fuera del área quien rescató un punto para los nervionenses, que acorralaron sin suerte a un Espanyol que apretó los dientes y resistió hasta el pitido final.