Remontada, derbi y liderato: noche perfecta del Inter
Partido maravilloso en San Siro: el Milán se fue al descanso ganando 2-0 gracias a un gran Ibra, pero en la segunda parte los de Conte remontaron y ahora ocupan en primer puesto con la Juve.
Un derbi maravilloso para un campeonato maravilloso: el Inter triunfó en San Siro ante el Milán remontando un 0-2 y ahora la pelea por el scudetto está bonita cuanto imprevisible. El primer puesto lo ocupan nerazzurri y Juventus con 54 puntos, pero la Lazio de Inzaghi acecha con 53: el Calcio parece haber vuelto a los ’90.
El partido amaneció dejando claro pronto lo que nos esperaba. Ni diez minutos pasaron cuando Calhanoglu golpeó la cepa del poste con un chut raso y potente desde fuera del área. Los rossoneri, en la primera parte, lograron desactivar el ataque de sus 'primos' y dieron la sensación de poder crear peligro en cualquier momento.
Una actuación positiva que, entre el 40' y el 46', tuvo premio: Rebic abrió la lata aprovechando un centro peinado por Ibra (y una mala salida de Padelli, el recambio de Handanovic) y luego Zlatan, en un córner, cabeceó a la red un gol que deseaba y que olía a sentencia. El sueco es el deus ex machina de su equipo: cuando se enciende, todo funciona genial. Si descansa un rato, y con 38 años hay que concedérselo, llegan los problemas.
No sabemos lo que le dijo Conte a los suyos, pero podemos imaginar el tono de su voz. El resultado fue evidente tras el descanso: sus jugadores volvieron al campo y le dieron la vuelta a la tortilla sin perder nada de tiempo. En el 52’, Brozovic recortó distancias con un disparo desde el límite del área; en el 54’, Alexis (sustituto de Lautaro, sancionado) penetró en el área, se encaró con Donnarumma y cedió a Vecino, que infló la red.
La remonta la completó De Vrij con un soberbio cabezazo en el minuto 70, pero aún quedaban muchas emociones. Eriksen saltó al campo y lanzó una falta desde su casa con un disparo maravilloso que se estampó en el travesaño, Ibrahimovic volvió a aparecer con un testarazo que golpeó el poste, hasta que Lukaku, a pase de Moses, remató la faena con otro cabezazo en el 93’. Su firma fue la guinda del pastel interista: nada mejor que ganar un derbi de esta manera para conquistar la cima de la tabla y recordarle a la Juve que, este año, para coserse el Tricolore tocará sufrir.