El Espanyol de las siete vidas
A pesar de que registra su peor puntuación y el curso más nefasto en casa, tiene el Espanyol la permanencia a tres puntos y, sobre todo, depende de sí mismo.
Si finalmente alcanza la permanencia, al Espanyol deberían entregarle una suerte de ‘wild card’ para militar en Primera de por vida. El equipo ahora entrenado por Abelardo Fernández, que vive cada semana pendiente de su propio resultado y de unos cuantos más, ha demostrado hasta ahora tener más vidas que un felino. Tal vez porque el origen del perico era un gato, resulta increíble que una escuadra que solo ha ganado un partido en los últimos tres meses, y ninguno en toda LaLiga en casa, continúe a solo tres puntos de la permanencia.
Nunca el Espanyol, desde que los triunfos suman tres puntos, había registrado una peor puntuación a estas alturas como los 15 que acumula después de 22 jornadas, que dan una terrible proyección de 26 al final de curso. De hecho, ahora mismo cada técnico ha conseguido cinco puntos, solo que Abelardo ha empleado bastante menos jornadas que sus antecesores. Tampoco, por supuesto, se había pasado jamás sin ganar ninguno de sus primeros 11 partidos en casa, ya fuera Cornellà-El Prat, Montjuïc o Sarrià. Pero todo hasta ahora le ha ido de cara. No hay más que ver que con estos mismos 15 puntos, hace justo un año el Huesca tenía la permanencia a nueve.
Y, sin embargo, y por increíble que parezca, depende el Espanyol de sí mismo. Y eso es trascendental porque todo pasa por derrotar el domingo al Mallorca, el primero de sus rivales directos, el que marca la permanencia. En tal caso, le igualará. Y puede lucharle el 'goal average', que pierde por 2-0, igual que ante el Leganés. 1-1 fue con el Celta. Los tres pasarán por Cornellà. Si gana esos tres partidos, la salvación estará mucho más cerca.