La Euro en Bilbao y la selección vasca, en la cita entre Sánchez y Urkullu

Cumbre en el Palacio de Ajuria Enea. El presidente Pedro Sánchez y el lehendakari Iñigo Urkullu se reunirán en febrero en el Palacio de Ajuria Enea. Sobre la mesa hay dos asuntos inmediatos: la Eurocopa en Bilbao, ciudad sede de los partidos de España, y el Punto 11 del Pacto de Investidura entre el PSOE y el PNV por el que el Gobierno se compromete a abrir “cauces para promover la representación internacional de Euskadi en el ámbito deportivo”. Sobre lo uno y lo otro se manifestó Urkullu con una frase polémica. “Como no juega Euskadi, que es mi selección, pues que gane el mejor”. También ha dicho el lehendakari que “Euskadi haría mal si desaprovecha la oportunidad que supone la Euro en Bilbao”.

Sin amistosos en San Mamés. España debutará en el torneo el 15 de junio frente a Suecia. Volverá a San Mamés 53 años después de su último partido en el País Vasco, ya que no ha sido posible cerrar antes un amistoso. La izquierda abertzale ha colocado carteles en Bilbao en contra de la Euro. Uno de ellos es un fotomontaje de Cantona pisándole la cabeza a Sergio Ramos.

Rebajas fiscales para la UEFA. El Congreso aprobó en la pasada legislatura beneficios fiscales para la UEFA con los votos del PSOE, Podemos y Esquerra Republicana. El régimen fiscal aplicable a la UEFA afectará a diversos impuestos. Establece que “las personas jurídicas residentes en territorio español constituidas con motivo de la Euro 2020’ estarán exentas del Impuesto de Sociedades por las rentas obtenidas durante el acontecimiento”. Además, los no residentes en España no tendrán que declarar sus ingresos en nuestro país. El 23 de agosto pasado se publicó la batería de medidas en el Boletín Oficial de Bizkaia.

Platini y Villar, fuera del palco. Los dos exdirectivos, que fueron los que impulsaron a Bilbao como sede de la Eurocopa, verán los partidos por la tele después de ser imputados. Platini, que esta semana ha firmado como asesor de FIFPro, el sindicato mundial de futbolistas, tras ser inhabilitado por un cobro irregular, le concedió a Villar la sede de Bilbao. Pero luego llegó, en julio de 2017, la detención del expresidente de la RFEF, investigado por el juez Pedraz por un rosario de presuntos delitos por los que aún no ha sido juzgado.