"El árbitro dijo que el campo estaba impracticable"
Javi Ros lamenta que se aplazara el encuentro por la afición desplazada a Miranda y reitera que la decisión fue del colegiado: "Por encima del espectáculo está la integridad de los jugadores".
—¿Cómo vivieron los momentos previos al aplazamiento del partido?
—Fue un día un poco extraño para nosotros porque por tercera vez se nos aplaza un partido. Otra vez una situación inevitable. Cuando llegamos al estadio el árbitro ya debía de haber mirado el campo y no estaba en plenas condiciones. Se esperó lo que se debe estipular para realizar una segunda revisión, la volvieron a hacer, el árbitro dijo que el campo estaba impracticable y se aplazó el partido.
—¿Ustedes querían jugar o veían que el campo estaba impracticable?
—Es verdad que el campo no reunía las condiciones que debe tener un terreno de juego para jugar, pero nosotros, como jugadores, estábamos mentalizados para salir y competir. Habíamos preparado bien el partido entre semana y estábamos concentrados, pero es cierto que nos había llegado la información de que se podía suspender. Finalmente, así fue y acatamos lo que el árbitro decidió. Y ahora ya toca pensar en el Mallorca.
—Hay quien piensa que en estas situaciones se debería jugar igualmente y otros que no. ¿Usted qué opina?
—Ya te digo que nosotros, como profesionales, estábamos preparados para lo que tocara. Es verdad que por encima del espectáculo creo que está la integridad y la seguridad de los jugadores. Si el árbitro dice que el campo está impracticable y que hay mucho riesgo de lesiones, creo que es algo que hay que tener en cuenta. Es cierto que para la afición y los familiares que se acercaron a Anduva es una faena importante, porque además se movilizó mucha gente, y por ellos nos molesta todavía más, pero es algo que no hemos podido controlar. Es algo inevitable. Le damos las gracias a la afición por el esfuerzo que ha hecho una vez más. Sentimos su apoyo allá donde vamos, son nuestra suerte y nosotros no hemos podido hacer más que acatar la decisión del árbitro.
—Tanto Iraola como el presidente del Mirandés dejaron entrever que había sido el Zaragoza el que estaba más interesado en no jugar. ¿Cómo valora eso?
—Ellos pueden decir lo que quieran. Lo cierto es que es el árbitro el que toma la decisión y dice que el campo no está para la práctica del fútbol y que nuestra integridad corre peligro. A partir de ahí, según tengo entendido, los delegados se reúnen, hablan y llegan a un acuerdo de que el árbitro está en lo cierto, que el campo está muy mal y que lo mejor es hacer caso de lo que el colegiado comenta.
—¿Qué le parecieron esos pequeños incidentes que hubo al lado del autobús y que el club haya decidido regalar a los desplazados una entrada para uno de los cinco próximos partidos de Liga en casa?
—Entiendo que la afición se fuera a casa triste y enfadada, pero para nosotros ha sido algo inevitable. Nosotros habíamos preparado el partido con muchas ganas de competirlo y tratar de ganarlo. No se pudo jugar y por nuestra parte sentimos que viajaran y no pudieran ver el partido, pero repito que nosotros no hemos podido hacer nada. Les damos las gracias una vez más. Sentimos su apoyo, sentimos que están con nosotros y seguro que el martes en la Copa también estarán. Son nuestra fuerza, son nuestra suerte y en ese aspecto poco más puedo decir. El gesto que ha tenido el club me parece muy bien. Qué menos que valorar de esa forma el esfuerzo de nuestra afición.
—La nota positiva es que se llega mejor al partido de Copa, ¿verdad?
—Ahora hay muchos partidos. Ojalá hubiéramos podido jugar, pero ahora debemos centrarnos en el Mallorca. Creo que es un partido muy bonito ante un equipo de Primera División que viene a La Romareda, donde volveremos a jugar ante nuestra afición. La Copa es una competición que nos ilusiona y tenemos muchas ganas.