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AUSTRALIA

Susaeta: de Japón a Australia

"Estoy emocionado de unirme a Melbourne City por el resto de la temporada y no puedo esperar para comenzar", señaló el extremo eibartarra, que no pudo triunfar en el Gamba Osaka.

Susaeta, en el vestuario del Melbourne City
MELBOURNE CITY

Era difícil irse más lejos que Japón. Pues es posible. Markel Susaeta, que acaba de cumplir 32 años, ha decidido fichar por el Melbourne City, un club adquirido por la sociedad City Football Group y que también integran el Manchester City y New York City. El Gamba Osaka (donde jugó tan sólo 151 minutos) había sido su última estación pero es un hombre ávido por conocer nuevas culturas y se va a las antípodas. Su nuevo equipo es el segundo clasificado en la Liga australiana (A-League) con 23 puntos, once menos que el líder Sidney. Sigue la senda de Villa, que pasó por allí antes de irse al New York City.

Susaeta: de Japón a Australia
Susaeta
  • centrocampista
  • España

Otro exótico destino para una leyenda de San Mamés. Los australianos ya intentaron fichar al exleón hace seis meses, pero este prefirió irse a Japón. Buscaban cubrir la baja del uruguayo Javier Cabrera, que ha dejado la entidad para firmar por la Unión de Santa Fe argentina. Susaeta se ha comprometido hasta final de temporada, después de que no cuajara la contratación del jugador neozelandés Marco Rojas. "Estoy emocionado de unirme a Melbourne City por el resto de la temporada y no puedo esperar para comenzar", valoró inicialmente. "Espero poder ayudar al equipo a jugar el fútbol emocionante y atacante del que el club se enorgullece y lograr el éxito que el grupo ha establecido al comienzo de la temporada". Susaeta es el primer fichaje del Melbourne City en el mercado actual y estará disponible ya para jugar el sábado.

El director de fútbol del Melbourne City, Michael Petrillo, argumentó que la experiencia de Susaeta será un gran activo para el resto del resto de la temporada. "Estamos increíblemente complacidos de tener un jugador como Markel en Melbourne City", aplaudió. "Es un jugador que se adapta bien al tipo de juego que hemos implementado bajo Erick y que agregará estilo, potencia y experiencia a nuestro triplete de delanteros. Hemos estado rastreando a Susaeta desde hace bastante tiempo, por lo que poder meterlo en el equipo era básico para el club y estamos satisfechos por atraer a un jugador de su pedigrí". Considera que sus números en Bilbao hablan por sí mismos "y su experiencia en LaLiga y en Europa impulsarán a todo el equipo mientras buscamos continuar con nuestra progresión hacia las últimas jornadas de la temporada".

Su salida de San Mamés fue un tanto ruidosa. El 6 de mayo, el Athletic comunicó oficialmente que el extremo derecho, quinto en partidos en la historia de la entidad bilbaína, no renovaría su contrato al final de la temporada, por lo que cerraría una etapa de veintidós años en el club. Hace poco desveló que acabó perdiendo la ilusión  en Bilbao. Urrutia se dio mus y Elizegi no acabó por rematar la situación. Hubo cambio en la presidencia y todo se enturbió. "A principios de mayo, el club no me había comunicado qué quería hacer conmigo. Es verdad que unas semanas antes, Gaizka (Garitano) me había dicho que a él le gustaría que renovase. Pero lo único que me había transmitido el club era lo que había oído en prensa, que algún jugador iba a renovar cuando él quisiera y que los demás, a esperar. Y digo vale, a esperar”, va desgranando el extremo.

"Cansado de la situación”, comunica a la directiva que necesitaba sentarse a dialogar: “Ahí me dicen que sí que soy un jugador importante y que vaya a Ibaigane por la tarde”. Pero Susaeta consideraba que la situación era irreversible. “Antes de que empezaran a hablar les digo que no me enseñen nada. Intentan convencerme en los siguientes días, pero mi decisión estaba más que tomada”, zanja. Lo siguiente fue dar oficialidad al divorcio. "El 6 de mayo me dicen que van a sacar un comunicado diciendo que no voy a continuar, que aunque me parezca bien o mal lo van a sacar”. El guipuzcoano reconoció que el momento del adiós fue duro. “Pensaba que me dejarían a mí dar esa noticia. Pensé ‘una más’. Algo que te reafirma en la decisión tomada”, acusó.