Ros llega a tiempo para darle la victoria al Zaragoza en Gran Canaria

Si igualados estaban en la atalaya de la clasificación, donde apenas les separaban tres puntos antes del partido, igualados estuvieron en el césped Las Palmas y Zaragoza. De hecho, salvo por el penalti que metió Ros, empataron en todo: sosería inicial, vigorosidad en el segundo tiempo, empuje con y sin razón. Fue un doble triunfo para el conjunto aragonés, que ya había goleado en la primera vuelta: 3-0. Ojo al average.

Quizás por el anclaje táctico, tal vez por el exceso de celo entre los futbolistas de ambos equipos, rivales directos en la codiciada lucha por el ascenso a Primera División, el caso es que la primera parte fue puro aburrimiento. Comparecían dos formaciones en exceso fallonas, imprecisas en ataque, sin apenas apuros en defensa, acaso conformes con el empate. Si no fue así, no lo pudieron disimular peor. En medio de la nada, un chut de Benito en el minuto 17, que se marchó lejos del palo izquierdo de Álvarez, supuso el primer tiro del partido buscando portería.

Las Palmas hacía trabajar mucho a Pedri en defensa, seguramente demasiado. La tela de araña que tejió a su alrededor el Zaragoza no tenía fisuras, de ahí el tremendo enojo de Víctor la primera vez que el pibe pudo encarar. Con Araujo absolutamente ajeno al juego, a años luz de su mejor estado de forma, se vio demasiado solo. No bastaba tampoco el pundonor de Kirian.

Solo estaba también Luis Suárez cuando, al filo del descanso, quiso encarar a Valles antes de que Mantovani, vigoroso duelo, se cruzara en su camino. A falta de siete minutos para el receso, fue el único momento de la primera mitad en el que peligró la virginidad de la portería local.

Reacción. Los dos equipos reaccionaron, y de qué manera, tras el descanso. En apenas diez minutos, Kirian falló el 1-0 con todo a favor y Valles le sacó un mano a mano a Kagawa poco después.

Ni que fuera otro partido, se multiplicaron las pulsaciones en ambos bandos. El propio Kirian y Pedri, tremendo recital el suyo en el segundo acto, casi hacen el 1-0. Se sucedían las embestidas y el duelo, entonces, se puso disfrutón. El que más gozó fue Ros, que salió para meter el penalti que supuso el 0-1 y los tres puntos para Zaragoza. Justo a tiempo. Como los héroes.