El Lazio hace historia gracias a una cantada de Ospina
Los 'biancocelesti' por primera vez encadenaron diez triunfos seguidos en la Serie A. Immobile aprovechó un increíble error del colombiano.
La tarde era especial para los biancocelesti, que antes del enfrentamiento celebraron la Supercopa arrebatada a la Juventus, Milinkovic-Savic galardonado como mejor futbolista del Calcio en diciembre y, sobre todo, los 120 años de la entidad, cumplidos el 9 de enero.
Gattuso volvió a sacrificar a Fabián en el papel de mediocentro posicional (será la última vez: para eso, han llegado Demme y Lobotka) y a Di Lorenzo en el de central (por las lesiones de Koulibaly y Maksimovic); Inzaghi, sin Correa, apostó por Caicedo al lado de Immobile.
La primera parte fue igualada y, por momentos, descafeinada. Los conjuntos fueron muy ordenados tácticamente y eso hizo que las ocasiones tardaron en llegar. Insigne rozó el gol con una falta que Strakosha quitó de la escuadra y los locales crearon peligro justo antes del descanso, con Milikovic-Savic que aprovechó un fallo de Mario Rui.
Los azzurri, en la segunda mitad, tomaron las riendas del juego y encerraron a los locales en su área. Zielinski, tras una gran jugada colectiva, disparó al poste (los sureños ya llevan 14…) y Strakosha volvió a negarle el gol a Insigne. Justo en su mejor momento, el Nápoles regaló otro gol tras los tres que le entregó al Inter: Ospina, elegido por los problemas físicos de Meret y por su capacidad de gestionar el balón con los pies, intentó regatear a Immobile, que le quitó el esférico y disparó a puerta vacía, llegando a 20 dianas en este excepcional curso en el 82'. Ya es una costumbre, para los capitalinos, adelantarse a pocos minutos del pitido final: otra señal de su gran momento.
Fue el tanto del décimo triunfo consecutivo de los laziali, un récord jamás logrado en la historia del club, y que hundió definitivamente a un Nápoles al que no batían desde 2012. Los partenopei volvieron a dar muy buenas señales, pero su crisis, de una manera o de otra, no parece tener fin.