INTERNACIONAL
La 'pobreza' del fútbol saudí
Hace poco más de un año, el príncipe Mohammed bin Salman sufragó las deudas externas de todos los clubes profesionales del país. Casi 320 millones de euros.
El viejo autobús verde del Al-Ahli está aparcado en la misma puerta de su ciudad deportiva, en el barrio Al Rehab de Yeda. Sostenido, literalmente, sobre piedras. Allí se ejercita el Atlético durante esta Supercopa. Una poco sutil ironía sobre la otra cara del fútbol saudí: de oro por fuera, endeudado por dentro.
Hace poco más de un año, el príncipe Mohammed bin Salman sufragó las deudas externas de todos los clubes profesionales del país. Casi 320 millones de euros. El resultado de 107 denuncias registradas en la FIFA por impagos. El máximo organismo del fútbol mundial no pudo arrinconar más el asunto y el Estado saudí intervino para salvar el orgullo nacional. "Si no rescatamos a los clubes de manera urgente, corremos el riesgo de que se produzca un daño a la reputación del Reino y del deporte saudí", expresó, de manera oficial, la Autoridad General para los Deportes del país arábigo. La misma que está detrás del aterrizaje de la Supercopa española a Oriente Medio.
El más ayudado fue el histórico Al-Ittihad, precisamente en Yeda. Se le inyectaron 79 millones de euros. Pero ya habían sido sancionados (junto al Al-Nassr) sin licencia para jugar la Champions asiática durante una temporada.
El salvavidas económico no se lanzó sin más a unos clubes que se ahogaban, viene con reglas para contener el gasto en el futuro. Desde esta temporada los clubes están obligados a apretarse el cinturón y no gastar más del 70 por ciento de los ingresos en fichajes y sueldos. También se reducir las plantillas de 33 futbolistas, el anterior tope, a 28 jugadores.
Una manera de empezar a acotar los desmanes económicos, principalmente por salarios desmedidos, en clubes que "suelen estar bajo la influencia, cada uno de ellos, de un príncipe distinto", aseguran los expertos en el balompié saudí. Una liga de sangre real dentro de la futbolística.