Bale vuelve al túnel
No viajó a Arabia por una infección de garganta. Sólo lleva dos goles en los 14 partidos que ha jugado este curso. Y el Bernabéu la tiene tomada con él desde la pancarta de Gales.
Pese a sus continuos problemas, físicos y de otro tipo (con la famosa pancarta de Gales, "Wales. Golf. Madrid. In that order", como ejemplo supremo), Bale ha venido contando con un nutrido número de minutos a las órdenes de Zidane. El técnico francés no quería al galés, como dejó bien claro en pretemporada: "Esta negociando su salida; si se va mañana, mejor"; pero se cerró el mercado y el británico no encontró acomodo en ningún equipo (ganar 17 millones netos no ayudó en ese sentido), por lo que Zizou optó por sacar todo lo que pueda de Bale. Y lo primero que viene a la cabeza es gol: no en vano, Bale ha hecho 104 goles de blanco.
Bale cultivó su fama de buen goleador en sus primeras temporadas en el Real Madrid: hizo 22 goles en la 2013-14; 17 en la 2014-15; y 19 en la 2015-16. También gracias a sus 21 goles en la 2017-18, pese a ser suplente buena parte del curso. Este Madrid tiene dificultades para marcar, como muestra que sólo haya sido capaz de hacer un gol en sus tres partidos previos a la visita a Getafe, y Zidane ha buscado mitigar ese mal con Bale en el once: fue titular en Barcelona y lo fue de nuevo en el Coliseum. Pero el olfato realizador de Bale empieza a ser más fama que realidad: sólo ha marcado en un partido de los 14 que ha jugado este curso.
El galés anotó dos goles en el empate del Madrid en casa del Villarreal en la tercera jornada de LaLiga (2-2) y desde entonces, nada; aquello sucedió el 1 de septiembre de 2019, o lo que es lo mismo, Bale lleva más de cuatro meses sin ver puerta. Mucho tiempo para el jugador mejor pagado de la plantilla del Real Madrid.
En Getafe gozó de oportunidades, pero tuvo la pólvora mojada: realizó tres disparos, dos de ellos a puerta. Gozó de dos estupendas ocasiones en forma de mano a mano, pero en ambas Soria le ganó la partida: en la primera, su vaselina se quedó corta; y en la segunda, el portero le cerró bien los espacios. Y el problema está en que no marca y tampoco aporta a la hora de repartir tantos: lleva dos asistencias y la última data del 5 de octubre de 2019, en el triunfo sobre el Granada en el Bernabéu (4-2). La sombra de otros goleadores, con Rodrygo al frente, empieza a ser muy alargada para Bale, para el que la Supercopa podía suponer un espaldarazo, sobre todo sin Benzema en la punta de ataque, lo que le hubiese otorgado la titularidad de forma casi automática.
Sin embargo, una infección de garganta (de la que el Madrid dio parte, cosa poco habitual tratándose del galés) le ha dejado fuera de la Supercopa de Arabia, el enésimo revés a un curso en el que Bale, además, ha agotado la paciencia del Bernabéu. En el partido contra la Real Sociedad, el primero tras la polémica pancarta con su selección, fue silbado masivamente.