Edgar y Nino vuelven para mantener el rumbo en 2020
El Huesca no puede contar con su estrella, Shinji Okazaki, con problemas con su visado y Míchel tirará de Raba y Escriche.
El nuevo año siempre trae de la mano ilusiones renovadas, propósitos de buenas intenciones y un futuro incierto por descubrir. Elche y Huesca entran en acción en este 2020 midiendo aspiraciones en el Martínez Valero (sigue el partido en directo en As.com). Sin que el mercado de invierno haya alterado el presente, ambos equipos estrenan enero con un duelo directo, a tenor de la clasificación, por los puestos de promoción de ascenso a Primera División. Para los ilicitanos es como ese regalo que llevas todo el año esperando y que cuelas en la carta a los Reyes por si cae en suerte. Los oscenses, por el contrario, han puesto en negrita el titular a sus Majestades de Oriente: ascenso o carbón.
Mientras todo el mundo se ha dedicado a pedir al nuevo año cosas buenas, Pacheta se ha puesto en el lado de aquellos que se conforman con que no le quiten todo lo bueno que tiene. Principalmente, la buena dinámica que abrochó diciembre y el ambiente sano de su vestuario que camina rodado hacia la permanencia. Sólo ha dejado salir a Danilo Ortiz y espera otro central como recambio. Y, a poder ser, un delantero referencia que compita de igual a igual con Yacine. Mientras tanto, el delantero franco-marroquí es insustituible. La única duda de Pacheta está en la segunda línea de ataque, donde Josan e Iván Sánchez se juegan un puesto en la banda derecha.
Por su parte, el Huesca de Míchel llega al Martínez Valero sin su estrella, Shinji Okazaki. El japonés ha tenido problemas con su visado y no regresará de su país hasta la semana que viene. El técnico azulgrana tirará de Escriche y Raba para suplir su peso ofensivo. Sin embargo, a los oscenses lo que más les preocupa es cerrar a domicilio el arco de Álvaro, ya que en la primera vuelta su déficit ha estado lejos de El Alcoraz, donde solo han sacado diez puntos. El duelo en las porterías está servido. Por un lado, Álvaro es el portero menos batido de Segunda y Edgar, por su parte, el que más para de la categoría. Por mucho que cambie el año, el fútbol se decide en las áreas y ambos guardametas tendrán mucho que decir en el resultado.