El Real Madrid y Reyes se coronan en Abu Dabi
El hijo de José Antonio Reyes hizo póker de goles en la final de la Promises que sirvió para remontar el partido y darle a los blancos el título.
El Madrid vuelve a reinar en el fútbol formativo y cuenta con un delantero de futuro. El hijo de José Antonio Reyes lideró a un Madrid que fue de menos a más en Laliga Promises. Sus cuatro goles en la final ante el Sevilla permitieron a las blancos sumar a su palmarés este título por octava vez
El Sevilla se presentó como un torbellino en la final. Arrasó desde el primer momento que se hizo con el balón. Los hispalenses tenían claro el plan: balones a la frontal del área. Allí estaba Dani Herrera, el nueve. Un jugador alto y físico que se presentó a la defensa blanca en los primeros minutos con un disparo que supuso el 0-1. Un jarro de agua fría para el Madrid, que cuando trataba de reponerse veía como otra vez Dani mandaba el balón al fondo de la red. Pero no valía, estaba adelantado cuando recibió el pase y el linier levantó el banderín. Una segunda oportunidad que no aprovecharon, más bien porque no pudieron. El infantil B del Sevilla cerró atrás y no concedió ni una. Ante cualquier aproximación despejaban el balón. Sus jugadores son más altos que los blancos, que destacan por su calidad técnica. De zambombazo en zambombazo intentaba el Sevilla batir a Álvaro para hacer el 2-0. Lo consiguió Maza, pero otra vez el linier lo anuló. Ya no habría más banderines y Dani anotaría el segundo para la Sevilla.
El desgaste físico del primer cuarto de hora se notó en los jugadores sevillistas, que coincidió con el despertar blanco. El Madrid empezó a hacer lo que sabía. Los bajitos (Carlos Díez, Paulo Iago, De Almeida) tocaban y buscaban a Reyes, su jugador más físico y con un potente disparo. Y así fue como el Madrid tiró de épica para coronarse en Abu Dabi. El primero llegó en un córner botado en el que metió lo justo el pie para batir al portero.
Los otros tres llegarían en la segunda parte. Si el Sevilla arrancó el partido como un torbellino, los blancos fueron un huracán en el segundo tiempo. Reyes quería la corona del torneo y prosiguió con su festival del gol. Anotó desde el punto penalti y posteriormente transformó una falta. Como parecía no valerle el hat-trick, anotó un cuarto. Tres goles en poco más de ocho minutos.
Pese a la intensidad blanca, el Sevilla trató de despertar y recuperar la intensidad del arranque. Poco a poco fueron avanzando líneas y Emilio, tras dos intentos, recortó distancias. El Sevilla empezó a creer en forzar la prórroga ycomo consecuencia resurgió el bombardeo. Pero el Madrid había aprendido la lección y no lo permitiría. De un córner forzado por Yáñez, Jaime Pascual puso el 5-3 en el marcador. Un resultado que mantiene al Real Madrid en el trono del fútbol formativo. Los blancos revalidan con épica el título de la edición internacional de invierno de LaLiga Promises.