Gayà: "Celades ha sabido dar continuidad a lo bueno"
José Luis Gayà atendió a AS antes de marcharse de vacaciones. El internacional hace balance del año y del momento del Valencia. "Yo fuí de los que quiso pelear la Copa".
La barba le hace aparentar más de 24 años y su forma de expresarse le hace parecer más adulto. Gayà es uno de los futbolistas cuya personalidad y relevancia ha crecido en paralelo a la competitividad del Valencia, un equipo que siente suyo y al que se niega a ponerle techo. El tercer capitán del Valencia analiza en la entrevista que concede a AS lo que fue un 2019 inolvidable y un 2020 que nacerá con ilusión para el valencianista.
La lipotimia que sufrió contra el Chelsea sirve de metáfora de lo que es este Valencia.
Bueno, no es un grato recuerdo para mí, me deshidraté y hasta que en el vestuario el doctor me dio lo que me tenía que dar, lo pasé muy mal… pero sí puede ser un reflejo de lo que somos como equipo. Lo damos todo, somos una familia y lo intentamos hasta el final. Ese día el desgaste fue brutal. Bueno, en ese y en unos cuántos partidos más.
Otra imagen simbólica, y ésta sí que le traerá buen recuerdo, fue su beso en la mejilla a Celades en Ámsterdam.
Fue algo espontáneo. Por la felicidad del momento.
Pero confirmó la unión con un entrenador que llegó en un contexto, digamos, peculiar.
Era difícil, sí. La situación cuando llegó Celades no era fácil. Es la realidad. Veníamos de dos años muy buenos con Marcelino, en los que Marcelino nos había ganado por cómo es como persona y por buen entrenador que es. No fue fácil.
¿Les ha ganado también Celades?
Celades, desde el primer momento, nos dijo que venía a ayudar y nosotros también a él. El club está por encima de los jugadores y eso siempre lo tuvimos claro. Desde el primer día que entró Celades, nosotros le dijimos que iríamos a muerte con él. Se habló de que le queríamos hacer la cama… para nada. Ni se nos pasó por la cabeza.
Coincidirá que el 5-2 en Barcelona no fue un buen comienzo para Celades.
Ese día estábamos pensando en otras cosas, la verdad. Repito que no fue fácil todo lo que pasó. Pero en Londres sacamos lo que llevábamos dentro. Celades vino aquí para ayudar y lo está haciendo.
El mejor legado de Marcelino y Alemany es el vestuario y Celades, entre otras virtudes, ha sabido formar parte de esa familia. ¿Está de acuerdo?
Totalmente. Cuando se fue Marcelino yo puse en Instagram que gracias por hacernos un equipo campeón. Es la realidad. Marcelino y Alemany nos hicieron creer en nosotros. Celades ha sabido darle continuidad. Nos aporta cosas buenas y está cumpliendo lo que nos dijo el primer día.
¿Qué les dijo?
Que él no venía a hacer grandes cambios, que venía a sumar, a aprovechar las muchas virtudes que tenía este equipo y a mejorar lo que creía que se podía mejorar. El camino es buenísimo y estamos todos en una misma dirección.
¿Cuál es el techo del Valencia?
Este equipo no tiene que ponerse ningún techo. Estamos en un momento de crecimiento muy bueno. Después de un inicio complicado, estamos bien, con confianza. Estamos demostrando unos valores que a la gente les encanta. Con tantísimas bajas como hemos tenido, siempre hemos dado la cara. A este equipo es muy difícil ganarle. Lo damos todo y eso es importante y lo que la gente valora. Un grupo como el nuestro, gracias a ese tipo de cosas, nos va bien.
¿Están en plena madurez como equipo?
Sí. Sin duda. En Ámsterdam se demostró. Hay jugadores con mucha experiencia. Nos faltaba dar ese plus en partidos importantes y este año lo estamos haciendo. Hemos ganado en el campo del Chelsea y en el del Ajax. Y lo hicimos dejando nuestra portería a cero. Hay que darle valor a eso.
¿Ganarle una final al Barcelona de Messi les hace que ahora sientan que le pueden ganar a cualquiera?
No pensamos que ningún rival sea inferior a otro. Pero sí es cierto que la final de Copa nos dio mucha confianza. La presión que sientes en esos partidos la supimos llevar. De hecho, era el miedo que teníamos antes de jugarla, que las piernas por los nervios fallaran. Sabíamos la importancia de ese partido y sin embargo nos sentimos cómodos en esa situación. Por eso ahora en los partidos grandes este equipo se crece. Los últimos diez minutos de la final del Villamarín nos dan una confianza brutal para afrontar 90 en Londres o en Ámsterdam. Si le hemos ganado al Barcelona de Messi una final de Copa, ¿por qué no vamos a ganarle al Chelsea o al Ajax?
¿Qué significó para usted ser campeón con el Valencia?
La mejor sensación que he tenido en mi vida fue cuando el árbitro pitó el final. Sentirte campeón y serlo con el Valencia lo es todo. Ojalá vuelva a repetirse, pero ese partido te aseguro que jamás lo olvidaré.
Usted fue uno de los capitanes que le dijo al club que querían pelear por la Copa. ¿Correcto?
Sí. No lo niego. Es verdad. Pero yo y todos queríamos la Copa. El vestuario y también la afición. Nos veíamos con opciones. El partido del Getafe nos confirmó que esa era nuestra Copa. Esa Copa tuvo unos valores que son los que tenemos. No nos rendimos, siempre luchamos. Remontamos al Getafe en cinco minutos, al Betis también le remontamos un 2-0 y luego le ganamos al Barcelona de Messi.
Entre las muchas noches con las que quedarse de 2019, ¿con cuál se queda?
La del Getafe fue tremenda. En Mestalla, en un mes que estaba siendo complicado, con la rivalidad que últimamente hay con el Getafe, con todo lo que se había hablado en los días previos… Para nosotros fue un subidón. Creo que gracias a ese partido fuimos campeones y llegamos a la Champions. También el día de Valladolid fue especial, porque nadie apostaba por nosotros para ser de Champions y ahí lo logramos.
Se presenta un 2020 no menos apasionante. Para empezar, la Supercopa.
Bueno, antes estará el Eibar. Pero sí, el primer título en juego es la Supercopa. Nos hace ilusión y no tenemos miedo a nada. ¿El formato? Nosotros nos dedicamos a jugar y si para ser campeón ahora hay que ganar dos partidos, pues iremos a ganarlos a Arabia. El Real Madrid es un grandísimo equipo, pero somos el Valencia y no es fácil ganarnos. Los detalles van a ser claves, como lo fueron en Mestalla.
¿Tener a medio plazo la eliminatoria contra el Atalanta les motiva para los retos a corto?
Muchísimo. Ese objetivo está ahí, pero a su vez quedan dos meses y hay que llegar bien. Eso nos motiva para el día a día. Hay que estar como ahora o incluso mejor. Eso se traduce en dar más rendimiento en la Liga. El Atalanta va a ser un rival complicado. ¿Qué había otros con más nombre? También fuimos líderes en un grupo con Chelsea y Ajax.
Su objetivo a un plazo más largo será la Eurocopa.
Claro que uno piensa en ella. Pero al mismo tiempo intento disfrutar del día a día. Representar a mi país en una Eurocopa sería lo más grande. Pero antes debo rendir en el Valencia, de lo contrario no tendré opciones de estar en la lista.
Con Robert Moreno ha jugado más partidos, si bien, el primero seleccionador que le llamó fue Luis Enrique.
A Luis Enrique le estaré agradecido por ello. He tenido un año bueno, pero con los entrenadores he ido de lío en lío. He aprendido a saber aislarme.
Dos de los laterales con los que compite son factoría de Paterna: Jordi Alba y Bernat.
Juan (Bernat) es mi amigo y con Jordi (Alba) tengo buena relación. En alguna lista hemos ido los tres. Sería lo ideal, pero es difícil. Lo bueno es que vaya el que vaya lo hará bien.
Alba y Bernat decidieron salir del Valencia, usted sin embargo siempre cierra la puerta a escuchar ofertas.
Siempre he dicho que estoy más que feliz en el Valencia. Es mi casa. Aquí lo tengo todo. Siempre he querido estar aquí y por lo tanto no me planteo nada que no sea seguir y espero estar mucho tiempo.