1x1 del Celta: Araujo adelantó el día de los Inocentes
El central mexicano, desbordado por Morales en la jugada del 1-1, cometió un error impropio de un jugador profesional en el segundo tanto granota.
Rubén Blanco: Víctima colateral. Sus compañeros permitieron que el Levante lo fusilara dentro del área pequeña en los tres goles. Antes, había evitado el empate en un remate a quemarropa de Roger en los últimos minutos de la primera parte.
Hugo Mallo: Desapercibido como carrilero. El Celta volcó sus ataques por la otra banda. Poco exigido en defensa frente a un rival que jugó sin extremos.
Aidoo: El árbitro lo desquició. Con su potencia el ghanés anuló a Morales durante la primera hora, pero se fue mentalmente del partido tras un choque con Roger. Esa acción se resolvió con amarilla para el defensa celeste cuando la falta la había cometido el delantero. Sacrificado desde el banquillo para intentar remontar cambiando el sistema.
Araujo: En diez minutos tiró por la borda el partido para su equipo y una actuación personal más que correcta. Primero, Morales le rompió la cintura en la jugada del 1-1 y después, cometió un error impropio de un futbolista profesional. Dejó de cubrir a Mayoral para reclamar un saque de banda, lo que aprovechó el Levante para sacar rápido y adelantarse en el marcador.
Costas: Superado. La gran novedad en el once no aprovechó la oportunidad. No transmitió seguridad ni defensivamente, ni con el balón.
Olaza: Ofensivo. Jugando de carrilero estuvo todavía más activo de lo habitual en ataque. El Levante apenas intentó entrar por su banda.
Okay: Apagado. Sin peso en la elaboración, se limitó a ejercer de guardaespaldas de los interiores. Jugó con fuego en una acción con Roger en la que el delantero pidió penalti en los últimos minutos.
Lobotka: El mejor socio de Aspas. Volvió a estar inspirado como interior. El moañés disfruta asociándose en corto con el eslovaco.
Rafinha: Intermitente. Aunque dejó buenas sensaciones, le faltó ser un poco más decisivo. Intenso en la presión.
Santi Mina: Derroche físico y nada más. Perdonó el 0-2 en un remate a bocajarro ante Aitor Fernández. Cargando con una amarilla desde la primera parte, cometió una falta por exceso de ímpetu en la segunda mitad que le pudo costar muy cara.
Iago Aspas: Ofreció su versión estelar de delantero total. Abrió el marcador, generó varias ocasiones, lideró a su equipo en ataque, apretó en defensa… Poco más puede aportar un jugador para que su equipo gane.
Beltrán (relevó a Rafinha): Cambio incomprensible. Estaba preparado para entrar antes de que el Levante marcara el 2-1 y Roger no varió de idea pese al gol granota. El equipo necesitaba a un jugador más ofensivo para intentar empatar.
Sisto (entró por Aidoo): No pudo brillar en su campo talismán. Cuando compareció sobre el terreno de juego, el Celta ya se había cortocircuitado.
Toro Fernández (salió por Mina): Apuesta a la desesperada. Se situó en punta, cayendo Aspas a la banda derecha, y casi no le llegó ningún balón. Algo torpe con el balón en los pies en sus escasas apariciones.