Maratón de fútbol en Inglaterra
Los clubes ingleses cumplirán con la tradición y tendrán que afrontar tres jornadas de la Premier y una ronda de la FA Cup en sólo doce días.
Finalmente la Premier tendrá su parón invernal. Esa es la buena noticia para los futbolistas. La mala es que seguirán sin comerse el turrón (o el pesado pastel navideño, más común en Inglaterra) porque tendrá lugar en febrero: alrededor de las fechas navideñas se seguirá jugando cada dos o tres días. El calendario se ha ajustado para que los equipos pasen trece días sin jugar entre el 8 el 22 de febrero. La jornada se dividirá en dos fines de semana. Y a partir de la quinta ronda de la Copa los partidos empatados no se repetirán, sino que habrá prórroga y penaltis. Además se jugarán entre semana en lugar de usar un fin de semana entero como solía ocurrir.
La lógica indica que los futbolistas necesitan descanso, que cada vez la élite juega más veces, más rápido, necesita más fuerza. Y el descanso es imprescindible. “Necesitamos dos cosas para estar preparados”, dijo Jurgen Klopp antes de ganar el Mundial de Clubes. “Jugadores y entrenamiento. Y solo podemos usar a los futbolistas cuando han descansado. Vamos subiendo el listón de exigencia, cada vez queremos que corran más, como un fórmula 1. Pero tienen que frenar también”.
La FA tiene claro la necesidad del descanso. Su director ejecutivo, Martin Glenn, confía en que ayudará a mejorar todavía más los resultados en competiciones internacionales: “Está demostrado, y nos lo dicen colegas extranjeros, que el parón ayuda no sólo físicamente, pero también mentalmente. No hay nada tan intenso como la Premier League. Podemos hacerlo bien sin el descanso, pero para ese último arreón del partido, para estar fresco en los importantes minutos finales, para eso necesitas descansar durante la temporada”.
En todo caso el fútbol tiene su propia lógica. Se busca el descanso para favorecer a los conjuntos ingleses en Europa y a la selección. Sin embargo el año pasado no hubo parón y coparon todas las finales y alcanzaron las semifinales del Mundial. Alemania, con el parón más largo, fracasó en Rusia.
Brendan Rodgers, entrenador del Leicester, es el último en quejarse del intenso periodo navideño. Preguntado por si estará obligado a dar descanso a su mejor jugador, James Vardy, que ha marcado 16 goles en 17 partidos y que no se ha perdido un encuentro, su respuesta fue clara: “Por supuesto. Los jugadores no son robots, esto no es un juego de ordenador. Es imposible que lo juegue todo. Jugamos el 26 (contra el Liverpool, segundo contra primero) un encuentro de alta intensidad, luego descansan y los jugadores cuando sufren es en el segundo día. Pues ese segundo día de recuperación debemos jugar contra el West Ham. Es absurdo”. Cuatro días más tarde el Leicester se enfrenta al Newcastle. Y cuatro después juega la Copa.
Nadie se atreve a parar, son los populares partidos navideños. Ni la televisión ni la afición lo pide, más bien al contrario. Lo dijo claramente Arsène Wenger: “Es una tradición importante, esencial, del fútbol inglés”. La Championship tampoco se detiene y la Premier ha programado jornadas para el 26, 28 de diciembre y 1 de enero, más la FA Cup el 4-5 de enero.