Correa, un agitador histórico
El argentino hizo en el Villamarín lo que mejor sabe: entrar desde el banquillo, revolucionar el partido y ayudar al equipo a ganar. Es el máximo goleador como suplente del Atleti en Primera.
Correa fue, sin duda alguna, el gran protagonista del triunfo del Atlético ante el Betis. Un gol y una asistencia para decidir el partido y reafirmar lo que es el mejor agitador que tiene Simeone en su plantilla. "A él no le gusta la palabra 'revulsivo', quiere jugar siempre", dice el técnico, sabedor de que es en escenarios como el del Villamarín donde mejor se desenvuelve su jugador: 0-0 y el Atleti que no encuentra vías. El argentino entró en el 57' y a los 100 segundos marcó, él se lo guisó entero. De los 22 goles que lleva en Primera, 13 los hizo entrando desde el banquillo. El que más en la historia liguera del Atleti, superando los 12 de Torres.
Es más, desde que Angelito es atlético (la 2015-16), es el futbolista de LaLiga con más goles marcados partiendo desde el banquillo. Por eso, el debate sobre su rol está servido no de ahora, sino desde que debutó. De sus 207 partidos como rojiblancos, 102 los jugó de inicio y 105 desde el banquillo. Casi a partes iguales. Por sus características de explosividad y desborde ha rendido mejor entrando en las segundas mitades y jugando esos "minutos de calidad" que tanto reclama el Cholo. Además, en la plantilla no sobra ese perfil. Sin ir más lejos, en la visita al Betis le acompañaban en el banquillo Adán, Arias, Hermoso, Manu Sánchez, Llorente y Saponjic. La relevancia de Correa como jugador número doce se intuía, aunque luego saliera de la mejor manera para Simeone.
"Yo hago todo por ayudar a mi equipo y luego el míster decide", expuso Correa al preguntarle sobre su papel en la plantilla. En lo que va de curso, ha sido titular diez veces —la lesión de João Félix le abrió la puerta del once— y ha entrado de refresco en nueve. El debate sobre Correa va obligatoriamente ligado al rendimiento de otros compañeros, especialmente Lemar y Vitolo. Al canario (6 veces titular y 9 suplente) le penaliza la intermitencia que provocan sus lesiones musculares y al francés (10 y 11), su intrascendencia. Y de los tres, de cara a cambiar un partido, el más caliente es el argentino. También es el más imprevisible, tanto para el rival como para sus propios compañeros.
A la vuelta del parón, a Simeone se le presentará el dilema habitual, quién acompañará en el centro del campo a Thomas, Saúl y Koke. Correa se postula, con sus dos goles y sus cinco asistencias —el mejor de la plantilla en este ránking, a una de los líderes—. Pero Simeone, para pesar del jugador, sospecha que cuando más le aporta es saliendo desde el banquillo. Es la paradoja de Correa, que cuanto mejor lo haga como agitador, más se reforzará en ese rol.