Son Heung-min vio la tarjeta roja directa en una acción con el defensa del Chelsea, Antonio Rüdiger. El futbolista del Tottenham, tras con el encontronazo con el zaguero alemán, lanzó, desde el suelo, su pierna derecha hacía arriba y golpeó con los tacos de su bota a Rüdiger en la zona de las costillas.
El árbitro, tras chequear el VAR, decidió expulsar al atacante surcoreano en el minuto 62 y con 0 a 2 en el marcador. José Mourinho protestó airadamente desde el banquillo del Tottenham la expulsión. Después del partido en declaraciones en Sky Sport tiró de ironía para mostrar su opinión sobre la acción: "Espero que Rüdiger se recupere de las costillas rotas porque seguramente se las habrá roto. Para mí, el fútbol es fútbol, la Premier League será fútbol inglés y para mí esa tarjeta roja es extraña". En clara referencia a que Rüdiger exageró el contacto de Son. Luego en la BBC volvió a hablar de la jugada: "La reacción de Son no es una agresión. ¿Rudiger tiene costillas rotas para ir al hospital? Otras personas llamarán inteligente a Rüdiger".
Además, Mourinho aprovechó para dar un palo al VAR en Inglaterra. "Si el árbitro inmediatamente le muestra una tarjeta amarilla a Rüdiger, entonces (Son) no tendrá una reacción. Pero si no lo hace, entonces puedes tener este tipo de reacción emocional. El árbitro y el VAR tienen que analizar".
Aunque el entrenador portugués reconoció que el conjunto de Lampard fue mejor y que el penalti que supuso el segundo tanto fue claro: "Hoy estuvimos mal, no empezamos bien. Chelsea comenzó mejor que nosotros. Me decepciona. No estábamos concentrados. ¿El penalti?, es penalti. Buena decisión del VAR".".
