La resurrección de Isco
El malagueño ha pasado de marginal a protagonista. Zidane, que quiso que siguiera en el Madrid, ha demostrado por qué poniéndole ante PSG y Barcelona.
Con Solari e incluso en verano, Isco llegó a parecer un jugador reducido a un cromo. Sólo el empeño de Zidane le podía sacar de los álbumes para meterle en los campos, tal y como ha pasado. Zizou, igual que con Fede Valverde, vio lo que pocos y le ha devuelto la varita al malagueño, titular en dos noches tan codiciadas como las del PSG y el Barcelona.
Contra todo pronóstico, el francés puso a Isco en la visita parisina el 26 de noviembre. Fue una decisión con mensaje, algo así como "no me lo quedé por capricho". El '22' ofreció a cambio un fútbol evolucionado, con mono de trabajo incorporado. No sólo intervino decisivamente en el 1-0, chutando para que Benzema cazase el rechace del palo: fue el segundo en duelos ganados (66,7%) y el cuarto en recuperaciones (5). Desde esa rampa es el séptimo jugador en minutos (404) y el segundo, junto a Casemiro, en remates (10).
La Eurocopa, en el horizonte
El fin de semana siguiente, en Vitoria, dejó claro que su resurrección no había sido un espejismo. En el once por segundo partido seguido, la primera vez que disfrutaba de esa cuota de protagonismo esta temporada, terminó de acomodarse. Además de auxiliar a Marcelo, al que nunca le viene mal una ayuda en defensa, hizo mucho y muy bien hasta repetir como actor directo en el gol de Carvajal, el de la victoria. "Nunca hemos perdido a Isco", reivindicó entonces Zidane.
La vuelta del parón de selecciones devolvió a Magia al banquillo, de donde no se movió frente al Espanyol, un parón que se explica como gaje del oficio. De inicio en Brujas, en Mestalla y en el Clásico, Isco está cerrando 2019 como difícilmente imaginó durante buena parte del año. En el Camp Nou se puso en primera fila de construcción y acabó como el tercero que acudió a más duelos (14). El nuevo-viejo Isco está aquí... y ya se asoma a la Eurocopa. "Cuantos más se sumen a la fiesta, más nos reiremos", le lanzó Luis Enrique... Y el malagueño es de los que recogen el guante.