Mourinho sigue victorioso y amarga a un Traoré que llama a la selección

Su idea de juego puede gustar más o menos. Su personalidad, también. Lo que no es discutible en José Mourinho es que es capaz de resucitar equipos a los que se daba por muertos. Un chispazo directo al aparato nervioso para reactivar a quien creía no poder volver a ser quien era. El Tottenham, su Tottenham, suma ya prácticamente los mismos puntos en cinco jornadas que con Pochettino en las doce primeras, y se cuela, ya por fin, en un quinto puesto que le da acceso al menos a la Europa League.

Cuatro victorias, contando con la sufridísima hoy ante el Wolves, y una derrota, contra el Manchester United en Old Trafford, conforman un gran bagaje del portugués en Premier League, donde sabe que no tiene opciones al título pero que tiene que intentar lograr al menos una cuarta plaza que les garantice la Champions. Los suyos tuvieron que marcar el gol de la victoria en el minuto 91 por medio de Vertonghen en un córner, pero el encuentro fue de todo menos sencillo para ellos.

Sobre todo por la presencia de un Adama Traoré simplemente estelar. El jugador de Hospitalet de Llobregat dio un auténtico recital, como lleva haciendo toda la temporada, y se convirtió en un pulso continuo por la banda derecha que siempre ganó línea de fondo en una exhibición de músculo, fútbol y velocidad. En una selección tan horizontal, de toque y carente de velocidad como es la española, ¿de verdad no tiene sitio un tifón como él?.

Suyo fue el gol, con un remate repleto de violencia desde fuera del área, que empató el tanto maravilloso inicial de Lucas Moura, que dribló a dos contrarios, se inventó los espacios donde literalmente no los había y terminó sacando un latigazo terrible ante el que nada pudo hacer Rui Patrício. Con este agónico resultado, el Tottenham se cuela ya en puestos europeos, arrebatándole la quinta posición al Sheffield United.

¿Cuánto crédito le queda a Solskjaer?

Por su parte el Manchester United volvió a desperdiciar una oportunidad de acercarse a esas mismas posiciones tras empatar con el Everton en Old Trafford. A estas alturas solo queda saber cuál será la gota no ya que colme el vaso, que lleva derramándose desde hace tiempo, sino que despierte de una vez a unos directivos red devils que no están sabiendo reaccionar a una crisis deportiva e institucional que Solskjaer no puede solucionar.