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El Oviedo mejora atrás

A pesar de los fallos individuales, el rendimiento defensivo va a más

El Oviedo mejora atrás
ELOY ALONSO ©

Javi Rozada ha sido sincero a lo largo de su etapa como entrenador del primer equipo del Oviedo. Consciente de las debilidades de su equipo, había situado el foco de mejora en el rendimiento defensivo. Los azules han sufrido problemas en la retaguardia desde la primera jornada de la competición (cuando perdieron 3-2 en Riazor) y nunca habían logrado una mejora sustancial. Los últimos partidos, que acabaron ambos con victoria carbayona, muestran los primeros síntomas de mejora claros.

Y eso que los errores individuales siguen estando vigentes. Ante el Rayo Vallecano, con el Oviedo por delante en el marcador, Alejandro Arribas falló en la salida de la jugada, regalando una pelota franca a Embarba, que se encargó de empatar. En Santo Domingo, el turno fue para Champagne. Al portero argentino se le escurrió de las manos un centro desde la esquina y Boateng, atento al desenlace, embocó en el 1-2 provisional.

Los dos errores han quedado en un segundo plano por las victorias de los azules, que les sitúan en una posición más desahogada, con 3 puntos de colchón sobre los puestos de descenso a Segunda B. Pero se ha tratado de dos fallos aislados, nada representativos de la línea ascendente que muestra el equipo cada jornada.

Porque los duelos ante el Rayo y el Alcorcón mostraron dos de las versiones más sólidas del Oviedo esta temporada. Los de Jémez solo dispararon en dos ocasiones, mientras que el conjunto alfarero lo hizo una vez. La marca llama la atención si se pone en contexto. Por ejemplo, si se compara con los6 disparos entre los tres palos que hizo Las Palmas hace tres semanas, o los 7 del Huesca en en la anterior visita.

El paso adelante de Arribas

La mejoría del trabajo grupal es evidente, pero también hay factores individuales que explican que el equipo se muestre ahora más sólido. El más evidente es Arribas. El central llegó el pasado verano como una apuesta clara de Michu, que veía en su excompañero en el Rayo al líder que el equipo demandaba para llevar el mando desde la zaga.

A Arribas le ha costado su integración en el equipo, pero al fin ha llegado su mejor versión. Empezó tarde la pretemporada, tras su inactividad en México y, cuando empezaba a jugar, una lesión le dejó en el dique seco algunas semanas. Ya recuperado, Rozada ha hecho una apuesta fuerte por él y el madrileño ha respondido sobre el terreno de juego, a pesar del error grosero ya comentado en el duelo frente al Rayo.