Un Madrid de hospital frente a un Espanyol de funeral

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El partido es un dolor. De cuerpo para el Madrid, de tabla para el Espanyol. Un encuentro puente y en puente para el equipo de Zidane, que mira más allá (Valencia y Barcelona) con la preocupación por las lesiones. Tres partes médicos en apenas dos horas del jueves devastaron el ánimo de la afición. Peor anda el del Espanyol, al que el choque le pilla penúltimo y sin más terapia de choque que el mercado.

Era una mañana para aliviar fatiga en el Madrid, pero los percances han reducido el margen de maniobra. Con las bajas en ataque de Asensio, James, Bale, Lucas Vázquez y Hazard, se vuelve inevitable insistir en Benzema, que ha jugado el 100% de los minutos en Champions y el 89% en LaLiga. Es líder en disparos en la competición, participa en el 60% de los ataques que acaban en gol del equipo y empata con Messi en la suma de dianas y asistencias. Quitarlo es agitar nitroglicerina.

Tampoco ha ayudado la escasa aportación de Jovic, uno de los condenados tras Mallorca. Desde entonces ha jugado 35 minutos. Sólo tres partidos como titular y un gol al Leganés en un partido más que resuelto resumen su poco peso en la plantilla. Ocupa el puesto número 21 en minutos de juego y Serbia se ha olvidado de él en los últimos cinco partidos.

Aun así, es uno de los tres candidatos para acompañar a Benzema en el presumible 4-4-2 del Madrid, un dibujo que llegó por vocación y que, por las lesiones de los delanteros, es ahora casi obligación. Los otros dos son Rodrygo, el más probable, y Vinicius. Este lleva casi un mes sin jugar un minuto.

Parece evidente que Zidane reservará a Casemiro, advertido de suspensión, y que Valverde regresará a la titularidad. No se entiende ya un Madrid sin al menos uno de los dos. Y Mendy ocupará el lugar de Marcelo probablemente en los próximos cuatro compromisos del equipo.

Imparable en Europa, infumable en España

En el Espanyol todos los indicadores apuntan al desastre. Es el equipo más goleado de la Liga (28) y el segundo de peor final (recibe casi el 30% de los tantos en el último cuarto de hora); anda a cinco puntos de la salvación; sólo ha pasado una semana fuera del descenso; ha ganado un solo partido de los últimos once y no lo hace en el Bernabéu desde hace 23 años. Cambió de técnico por el camino sin resultado aparente. Si hoy pierde ante el Madrid, Pablo Machín empeorará los resultados del despedido David Gallego.

El Espanyol es un equipo de dos caras. La europea es irreprochable: once partidos sin derrota y clasificado ya para dieciseisavos como primero de grupo. La doméstica, infumable. Ningún jugador ha metido más de dos goles en LaLiga y cuatro de sus atacantes ni se han estrenado: Melendo, Campuzano, Piatti y Vargas. Este, lesionado, costó más de 10 millones en verano.

Hoy está previsto que Calleri regrese como pareja de Wu Lei y que Didac Vila o Víctor Gómez tengan sitio. "Con lo que estamos haciendo no vamos a salvarnos", dijo esta semana Diego López. Autoinculparse quizá ayude a la rehabilitación.