Mané y Origi son suficientes para ganar el derbi de Merseyside

El Liverpool se presentó en Anfield consciente de su categoría y seguro de que no era un derbi de Merseyside sino un 1º vs 18º. Klopp, sin Fabinho entre sus opciones, dejó en el banquillo a Henderson, Salah y Firmino. Arriba solo estaba Mané pero fue más que suficiente para humillar al Everton en la primera media hora de partido.

Marco Silva se vio obligado a sustituir a Sidibé tras el 3-1 de Origi. El delantero belga acababa de marcar un gol de Ibrahimovic que parecía sentenciar el partido. Antes, treinta minutos de exhibición de Mané, con dos asistencias a sus dos compañeros ofensivos dignas de un jugador 4º en el Balón de Oro. Hubo momentos de tensión en esta primera parte, con un Alexander-Arnold pasado de revoluciones y que terminó por ganarse la amarilla que tanto parecía buscar en el 27. Asistiendo en el 4-1 del Mané -que no rechazaría celebrar su gol- el lateral y el partido se calmó. Richarlison recortó distancias antes del descanso.

Klopp no le brindó la oportunidad al senegalés de ser sustituido y, por tanto, ovacionado por su público. Pero, consciente del rival que tenía enfrente, sabía que una goleada caería de mejor grado entre la afición que cualquier aplauso de agradecimiento y dio entrada a Firmino. Fue el brasileño quien asistió a Wijnaldum para redondear la noche. El propio Mané tuvo dos ocasiones clarísimas en los minutos finales, pero la excesiva confianza le hizo desechar estas oportunidades.

Con esta victoria, el Liverpool continúa en cabeza de la Premier League más a mano que tienen desde que Demba Ba hiciese llorar a la mitad red de la ciudad. Partido a partido, pero con la mirada en el Boxing Day: Leicester-Liverpool.