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NÁPOLES 1 - BOLONIA 2

El Bolonia agranda la crisis del Nápoles

Los de Mihajlovic, con goles de Skov Olsen y Sansone, remontaron en el San Paolo un gol de Llorente. El club de Ancelotti suma sus peores números desde 2009.

El Bolonia agranda la crisis del Nápoles
CESARE ABBATEEFE

El empate de Liverpool y la reunión con De Laurentiis del viernes no fueron suficientes para que el Nápoles levantara cabeza: los partenopei, que no ganan un partido desde el 24 de octubre, cayeron en San Paolo ante el Bolonia de Mihajlovic. Los 20 puntos en 14 jornadas cosechados en este curso son el peor registro del club desde 2009, cuando De Laurentiis despidió a Donadoni y contrató a Mazzarri.

Ancelotti, por primera vez en este curso, salió de inicio con un 4-3-3, apostando en la delantera por Insigne, Llorente y Lozano. El técnico dejó en el banquillo a Callejón, que ya había descansado en Anfield: el motrileño, desde que llegó bajo el Vesubio en 2013, nunca se había perdido dos partidos seguidos.

El cambio de dibujo en la primera mitad pareció darle más ideas a los sureños: al Chucky le anularon por fuera del juego el posible 1-0, que llegó antes del descanso. Llorente, tras un disparo de Insigne, aprovechó el rechace de Skorupski y empujó entre palos el cuarto gol de su primer curso napolitano.

Las buenas señales, para los azzurri, desaparecieron en la reanudación, cuando el conjunto de Mihajlovic empezó a ganar campo y le dio la vuelta a la tortilla.

Skov Olsen puso las tablas tras un disparo de Sansone desviado por Koulibaly y, en el 80’ el ex del Villarreal completó la remontada después de un error de Maksimovic, a pase de Dzemaili. En el los últimos minutos los napolitanos, ya con Mertens en la delantera, se volcaron al ataque: Llorente, en el descuento, firmó el tanto del empate, pero su celebración fue cancelada por el VAR debido a un fuera de juego. Los rossoblú celebraron así un triunfo dedicado a su entrenador, Sinisa Mihajlovic, que está ganando la batalla con la leucemia y vio el partido desde casa; los napolitanos, una vez más, volvieron cabizbajos a los vestuarios.