Dembélé, 10 semanas de baja
Las peores previsiones se hicieron realidad: el delantero sufre una lesión en el bíceps femoral de la pierna derecha que le obligará a perderse 16 partidos como mínimo. Dice adiós al Clásico.
Ousmane Dembélé no volverá a un terreno de juego hasta finales de febrero. El club envió un comunicado médico, casi 48 horas después de que se retirara del campo cabizbajo y compungido, en el que especificaba que el delantero francés sufría una lesión en el bíceps femoral de la pierna derecha que le dejará unas diez semanas en el dique seco.
Mirando el calendario, el internacional se perderá como mínimo 16 partidos: 12 de LaLiga, más uno como poco de la Supercopa de España, más dos partidos de Champions y los posibles de la Copa del Rey, teniendo en cuenta que las eliminatorias se juega a un partido.
Si no hay ningún contratiempo y se cumplen los plazos, Dembélé podría volver el 23 de febrero ante el Eibar en el Camp Nou o tres días después en la vuelta de los octavos de la Champions en el Camp Nou. También hay que tener en cuenta que el 1 de marzo hay en el horizonte un Real Madrid-Barcelona en el Santiago Bernabéu.
Los servicios médicos tardaron tanto tiempo en emitir el comunicado porque hasta el último momento la sombra del quirófano se impuso como una de las posibles alternativas. Y es que el jugador no sólo tenía afectado el bíceps femoral sino también el tendón -en el comunicado el club ha ocultado este aspecto-, por lo que hubo diferencias entre los médicos sobre la mejor opción. Sin embargo, al final también pesó la decisión del jugador y de su representante, que consideraban una losa insalvable estar entre tres a cuatro meses de baja si finalmente pasaba por el quirófano.
Dembélé ya tiene experiencia en estos lares porque el jugador fue operado en su primera temporada como blaugrana de una rotura del tendón del bíceps femoral de la pierna izquierda que le dejó casi cinco meses fuera de los terrenos de juego. De ahí que consideraba un riesgo excesivo volver a abrir un boquete tan alargado de tiempo sin aparecer por un campo de fútbol.
En todo caso, el problema sigue latente en el caso de Dembélé: sus recaídas preocupan y mucho en el club. Sobre todo porque desde hace unos meses el jugador había asumido que tenía que vivir las 24 horas de su vida como un profesional y tener una vida y una dieta más ordenada, pero ni aún así ha sido capaz de esquivar una nueva lesión que le tendrá dos meses y medio en el dique seco.
De hecho, uno de los aspectos que tendrá que trabajar el club en los próximos días es el mental, con el fin de que el jugador no se venga abajo ante tanto infortunio. Desde el club nos aseguran que Dembélé está totalmente hundido y que no será fácil levantarle de nuevo los ánimos.