Odegaard va a revisión en el Bernabéu y Bale, a juicio
El noruego vuelve al Bernabéu convertido en figura de LaLiga. El galés se expone a la reacción del estadio tras su 'banderazo' en Gales. Vinicius, en la grada.
En el minuto 57 de un Madrid-Getafe (7-3) de mayo de 2015, Martin Odegaard sustituía a Cristiano Ronaldo y se convertía en el madridista más joven de la historia en LaLiga. Tenía 16 años y 157 días y había llegado al club el invierno anterior con la etiqueta de jugador europeo de mejor porvenir. El Madrid pagó tres millones al Stromgodset noruego para evitar que acabara en Liverpool, Bayern o Arsenal. Una cantidad muy alta por un cadete que el tiempo transcurrido y los precios de Vinicius y Rodrygo han jibarizado mucho.
Aquel despegue vertical sufrió después un frenazo. Pasó dos años en el Castilla con tres entrenadores distintos (Zidane, Ramis y Solari) y acabó cedido en el Heerenveen, equipo menor de una Liga menor, donde sufrió dos lesiones que ralentizaron su progreso. Durante su aprendizaje en Holanda vio acelerar a muchos de sus compañeros del Castilla (Diego Llorente, Marcos Llorente, Reguilón, Mariano, Mayoral, Achraf, Valverde o Hermoso) hasta que una segunda cesión, en el Vitesse, volvió a ponerle en órbita. Allí, el curso pasado, jugó todos los partidos menos uno, metió 11 goles y dio 12 asistencias. Leonard Slutsky, su técnico, ya advirtió entonces: "Está listo para el siguiente nivel". Su crecida fue tal que llegó a especularse con que Solari, en pleno temporal, pidió su regreso en el pasado mercado invernal. De ello tomó nota la Real, que consiguió su cesión formal por un temporada y por dos de manera verbal.
La operación ha sido un éxito completo. En agosto fue elegido mejor jugador del equipo. En septiembre, mejor de LaLiga. Ahora se ha perdido dos partidos por lesión, lo que le impidió jugar con Noruega en la doble jornada FIFA, pero estará hoy en el Bernabéu en calidad de máxima atracción. En un equipo como el Madrid, en que los centrocampistas escasean o envejecen, su aparición es casi mariana. E Imanol contribuye a la campaña: "Se ha adaptado fenomenal. Tiene mucha calidad, pero lo que más valoro es su trabajo. Piensa las 24 horas en fútbol".
En torno a Odegaard se agrupará la mejor Real en quince años. Ha pasado cuatro jornadas en zona Champions, está a dos puntos del Madrid, es el mejor visitante del campeonato (13 puntos en siete partidos) y el cuarto anotador. En 13 años sólo fue capaz de ganarle una vez al Madrid, pero con Imanol lo ha hecho en las dos últimas citas. El centro del campo es su talón de Aquiles. Está lesionado Illarramendi y es duda, por problemas en un hombro, Merino.
Bale y el Bernabéu
A su favor está, además, el factor fatiga. Sólo perdió dos jugadores en el Virus FIFA frente a los catorce del Madrid, hecho que condicionará el once de Zidane. La gran cuestión es si el francés se atreverá con Bale, que jugó los dos partidos de euroclasificación con Gales tras 47 días sin entrenarse con sus compañeros en el Madrid y después de su posado tras la pancarta/oprobio que establecía sus prioridades. En la lista entró, ayudado por la lesión de Lucas Vázquez, pero su alineación puede distraer mucho al Bernabéu del partido. En la sala de prensa, Zidane hizo política de empresa obviando el desplante y recordando el pasado del galés. Y horas después volvió a dejar fuera a Vinicius, que no viajó con Brasil y tiene muy de su parte al club y al público. El juicio en el Bernabéu promete.
Es posible que regrese Marcelo, pese al gran partido de Mendy en Eibar; se da por descontado que Casemiro y Valverde repetirán y entre Modric, Kroos y Rodrygo se juegan dos plazas. El alemán es el que llega con más kilómetros en las piernas, pero ahora resulta pieza imprescindible. También lo ha demostrado en su selección, como Hazard en la suya. El belga es ahora el trampolín de un Madrid que pinchó, por primera vez desde que le dirige Zidane, en una postventana FIFA, la de octubre. Aquella derrota en Mallorca le pone hoy sobre aviso.