Kubo irrumpe en un duelo entre dos amigos en los banquillos
El joven jugador japonés cedido por el Real Madrid llega como un tiro a un partido en el que Paco López y Vicente Moreno se conocen desde los años 90.
Paco López y Vicente Moreno, aunque no son de las misma quinta, se conocen de toda la vida. Silla y Masanasa, sus dos localidades natales, están en las afueras de Valencia, a unos 7 kilómetros de distancia. Nunca han jugado juntos. Pero muchas veces en contra. La primera en un Valencia B-Castellón, allá por 1995-96, cuando López ya era un clásico en el grupo III de Segunda B y un joven Moreno intentaba sacar la cabeza para subir al primer equipo ché. Nunca lo consiguió y su carrera, como la del hoy granota, se perpetró entre la categoría de bronce y Segunda.
Los dos se han arremangado siempre, tanto de jugadores como ya de técnicos, en el subsuelo del fútbol español. Para corroborarlo basta un dato: hace sólo dos años, Paco López entrenaba al Atlético Levante, en Tercera; y Vicente Moreno iniciaba una escalada mágica, de Segunda B a Primera, con el Mallorca.
Y en este derbi de la 'pista de Silla' (autovía que une sus dos pueblos) en los banquillos se cuela un hombre que llega desde la otra parte del mundo: el japonés Kubo. El futbolista cedido por el Madrid llega al Ciutat pletórico, después de marcar su primer gol con el Mallorca y brillar en los compromisos con su selección.
El nipón quiere enterrar una estadística hoy: el Mallorca ha perdido todos sus partidos este año fuera de casa. Pero no es el Ciutat el mejor sitio para conseguirlo. El último que lo intentó fue el Barça de Messi y se llevó tres.
Paco López, recién renovado, tiene varias bajas y dudas, lo que le puede llevar a rescatar algún viejo sistema de su catálogo. En el Mallorca regresa Salva Sevilla tras cumplir un partido de sanción. Budimir es otra de las amenazas baleares en la delantera.