Miguel de la Fuente llama a la puerta del primer equipo
El jugador tudelano es el máximo goleador del grupo 2 de Segunda B, con siete goles, dejó buenas sensaciones en el Trofeo y da señales de madurez.
Miguel de la Fuente, delantero del Real Valladolid Promesas, va en serio esta temporada. Los números así lo dicen y su madurez también. Pasados tragos buenos y malos, da la sensación de que el de Tudela se entiende con su actual entrenador en el filial, Javi Baraja, que le ha dado el mando en ataque y el 9 responde con contundencia, con trabajo y con goles, lo más importante en un delantero. Ya lleva siete, sólo uno menos de los que consiguió la temporada pasada, comparte el título de máximo goleador del grupo con otros tres futbolistas y entiende que tiene que trabajar para el equipo como en el partido ante el Calahorra del domingo cuando el Promesas jugó con 10 durante 70 minutos y Miguel hizo un gran trabajo lanzando la primera presión.
Tampoco ha pasado desapercibida su actuación ante los rumanos del Gaz Metan. En el Trofeo, el canterano estuvo muy activo, dispuso de dos ocasiones claras, una de ellas tras una preciosa jugada, y sólo le faltó el acierto, pero las señales indican que va por buen camino. Esta temporada ya jugó algunos minutos ante el Levante con el primer equipo y la pasada debutó ante el Betis y jugó ante el Atlético en el Wanda Metropolitano.
Sin embargo, Miguel no se debe despistar. Su eclosión llegó en Marbella, en el verano de 2017, cuando Luis César se lo llevó a la pretemporada y aquel jugador de 18 años le marcó un golazo a Besiktas. Llamado habitualmente por las categorías inferiores de la selección, afirman en el club que perdió la perspectiva. “Aquel gol le hizo daño” se oía en los Anexos. Ahora Miguel de la Fuente es más maduro, trabaja para el equipo y llama a la puerta del primer equipo.